Páginas de Historia

DON FRANCISCO GONZÁLEZ BOCANEGRA Y DON JAIME NUNÓ

Por Raúl Espinosa Gamboa

* Falleció el 11 de Abril de 1861

** Don Jaime Nunó y El Himno Nacional

Don Francisco González Bocanegra nació en la ciudad de San Luis Potosí, el 8 de enero de 1824, y es autor de las estrofas del Himno Nacional Mexicano, sus padres fueron don José María González Yáñez, militar y comerciante andaluz, y doña Francisca Bocanegra Villalpando, natural de Pinos, Zacatecas, "hermana o prima del licenciado José María Bocanegra, que fuera Presidente de la República del 18 al 24 de diciembre de 1829".

A los cinco años de edad, al decretarse el 20 de marzo de 1829 la ley de expulsión de los españoles del territorio patrio, junto con su padre y toda la familia emigró a España, viviendo en Cádiz hasta los doce años de edad, regresará con la familia a México, residiendo de nuevo en su ciudad natal, trabajando con su padre en el comercio. En 1948 se trasladó a la ciudad de México, donde alternó con los poetas que pertenecían a la Academia de San Juan de Letrán, consolidando su vocación literaria, y en 1850 participa en la fundación del Liceo Hidalgo, del que llegó a ser Presidente.

Desde muy joven lo atrajo la poesía por lo que reunió sus colecciones de versos en un álbum que intituló "Las Flores del Corazón" misma que entregó a su prima, que era su novia, Guadalupe González del Pino y Villalpando, a quien poéticamente llamaba "Elisa", con la súplica de que jamás fueran publicados. "Elisa" jugó un importante papel en su vida, pues estimulaba en alto grado las disposiciones literarias del vate.

Durante el último período de gobierno de don Antonio López de Santa Anna, fue expedida, el 12 de noviembre de 1853, una convocatoria "mediante la cual el Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio, invitaba a todos los poetas mexicanos a escribir la composición destinada a convertirse en el Himno Nacional de México".

Existen opiniones encontradas en algunos historiadores en cuanto a la forma en que don Francisco González Bocanegra escribe la letra del Himno Nacional. Se sabe que, don Francisco González Bocanegra, deseaba participar en el concurso y que sobre ello habló con su novia. Empero, estando en el plazo el poeta no daba forma a la idea que ya le agitaba en sus pensamientos. "Un buen día, afirman algunos, ella se valió de una curiosa estratagema: encerró a su novio en un cuarto de la casa ubicada en las calles de Santa Clara No.6 (después de Tacuba) y le conminó a escribir la composición con la advertencia de que abriría la puerta hasta que terminara el poema. Este fue escrito por el inspirado poeta quien lo deslizó por debajo de la puerta y, Lupita, su novia, se lo envió al Jurado. El día 5 de febrero siguiente el organismo calificó como de "mayor mérito" la poesía de González Bocanegra. El jurado calificador estaba integrado por distinguidos personeros entre los que figuraban José María Esteva, Francisco Granados Maldonado, José Rivera del Río, Félix Romero, Félix María Escalante, José María Monroy, Francisco Villalobos y otros más.

Otra versión habla, en efecto, de la influencia de su prometida, aunque sin esa presión convertida en cuchufleta por los conservadores.

El texto original del himno está escrito "en diez estrofas con versos decasílabos y agudos en cuarto y octavo lugar, y la cuarteta del coro, con agudos en segundo y cuarto".

Después de aprobarse la música del maestro catalán don Jaime Nunó, ajustada a la poesía laureada, el Himno Nacional mexicano ya completo fue estrenado solemnemente el 15 de Septiembre de 1854, en el Teatro Santa Anna, más tarde llamado Teatro Nacional y desaparecido al abrirse la avenida del 5 de Mayo de la ciudad de México. Fue cantado "en su primera ejecución pública por Claudina Fiorentini, Carolina Vietti, Sidonia Costini, Isabel Zanini, la señora Ciocca, Federico Beneventano, Ignacio Mirini, Eliodoro Spachi, Robere, Jiménez y Díaz, todos ellos bajo la dirección del maestro Giovani Bottessini".

Tiempo después, don Francisco González Bocanegra contrajo matrimonio con su alentadora prima Lupita, la "Elisa" de sus poemas y su musa apasionada. De este matrimonio nacieron cuatro hijas: Elisa, Guadalupe, Angela y María de la Luz. Después de casado debió pasar por difíciles situaciones al no obtener mayores ingresos luego de ser considerado algunas veces como militante en las filas conservadoras frente a sus convicciones liberales.

Mientras más se enconaba la lucha entre las facciones conservadoras y liberales, don Francisco González Bocanegra, que veía su vida en peligro, se asiló en la casa de su tío el ex Presidente Bocanegra. En ese lapso tuvo la desgracia de contraer el tifo y falleció el 11 de abril de 1861, a los 37 años de edad cuando todavía se esperaban nuevos triunfos de su estro inmortal. Sus restos fueron inhumados en el cementerio de San Fernando.

Don Jaime Nunó

Don Jaime Nunó nació en San Juan de las Abadesas, en el Pirineo catalán, provincia de Gerona, España, el 8 de septiembre de 1824, fue hijo de don Francisco Nunó y doña Magdalena Roca. Al morir su padre, junto con su madre se trasladan a Barcelona, y se establecen en casa de don Bernardo Nunó, tío del muchacho, quien después la muerte de la madre de don Jaime lo adoptó como su hijo.

Recibió una educación esmerada, pero pronto reveló su inclinación musical y tuvo la oportunidad de estudiar becado en Italia para perfeccionarse en la composición. A los 17 años, conoció al prestigiado maestro de música don Severiano Mercante.

En 1848, "a los 24 años, contrajo matrimonio, y empezó a componer misas, arias, motetes, piezas orquestales. Dirigió orquestas, impartió lecciones y se especializó en bandas militares por lo que el gobierno lo nombró Director de la Banda del Regimiento de la Reina".

En reconocimiento de sus aptitudes fue trasladado a Cuba con la misión de organizar las primeras bandas militares de ultramar. En 1853, el general Santa Anna llegó a la Habana donde conoció al maestro Nunó y lo invitó a establecerse en México para desempeñar igual cargo: director de bandas y músicas militares.

Al conocerse la letra del Himno Nacional Mexicano de la autoría de don Francisco González Bocanegra y publicarse la convocatoria para componer su música, don Jaime Nunó participó en el concurso, junto con 15 aspirantes, de los más connotados compositores de la época. El jurado calificador declaró como ganador del certamen el de don Jaime Nunó que llevaba el lema "Dios y Libertad".

Después de estrenado el Himno Nacional de México y de la caída de Santa Anna, don Jaime Nunó salió de México y se trasladó a Nueva York donde ganó fama como director de orquesta.

En 1873, se volvió a casar, esta vez con su discípula predilecta, Catalina Cecilia Remington, quien le dio dos hijos: Cristina y Jaime. En 1901 el gobierno mexicano, lo invitó para dirigir la orquesta durante las Fiestas Patrias y tres años después, en 1904, al cumplirse el cincuentenario del Himno Patrio, hizo una nueva visita a México.

Don Jaime Nunó falleció el 18 de julio de 1908, en Nueva York, pero será hasta el 11 de octubre de 1942, cuando sus restos mortales fueron regresados a México para descansar al lado de los don Francisco González Bocanegra en la Rotonda de los Hombres Ilustres.

Modificaciones al Himno Nacional

"El 14 de noviembre de 1853 se publicó en el Diario Oficial, la convocatoria para que los poetas y compositores escribieran el Himno Nacional Mexicano. El 5 de febrero de 1854 se resolvió que la composición poética de mayor mérito era la del potosino Francisco González Bocanegra, hijo de un oficial español originario de Cádiz, y el 10 de agosto siguiente se escogió la partitura de Jaime Nunó, natural de San Juan de las Abadesas, Gerona, España, que prestaba sus servicios como inspector de las bandas de música militares lo cual se completaba con la letra y música del Himno Nacional de México".

El Himno original se compone de 84 versos decasílabos, repartidos en el coro de introducción, que tiene cuatro, y en 10 estrofas de ocho líneas cada una. Desde el triunfo de la revolución de Ayutla en 1855 se retiró varias de las estrofas porque en ellas se alude laudatoriamente a Santa Anna y a Iturbide. El gobierno del presidente Ávila Camacho definió la parte del Himno que debe cantarse. Por decreto del 20 de octubre de 1942, publicado el 4 de mayo del año siguiente, se declaró oficial el editado por la Secretaría de Educación Pública que comprende sólo cuatro de las 10 estrofas, intercalando en ellas cinco veces el coro.

HIMNO NACIONAL MEXICANO

Texto: Francisco González Bocanegra

Música: Jaime Nunó

Mexicanos, al grito de guerra,

El acero aprestad y el bridón

Y retiemble en sus centros la tierra

Al sonoro rugir del cañón.

Ciña ˇoh Patria! tus sienes de oliva

De la paz el arcángel divino,

Que en el cielo tu eterno destino

Por el dedo de Dios escribió.

Mas si osare un extraño enemigo

Profanar con su planta tu suelo,

Piensa ˇoh Patria querida! que el cielo

Un soldado en cada hijo te dio.

Mexicanos, al grito de guerra,

El acero aprestad y el bridón

Y retiemble en sus centros la tierra

Al sonoro rugir del cañón.

ˇGuerra, guerra sin tregua al que intente

De la Patria manchar los blasones!

ˇGuerra, guerra! Los patrios pendones

En las olas de sangre empapad.

ˇGuerra, guerra! En el monte, en el valle

Los cañones horrísonos suenen,

Y los ecos sonoros resuenen

Con las voces de ˇUnión!! ˇLibertad!!

Mexicanos, al grito de guerra,

El acero aprestad y el bridón

Y retiemble en sus centros la tierra

Al sonoro rugir del cañón.

Antes, Patria, que inermes tus hijos

Bajo el yugo tu cuello dobleguen,

Tus campiñas con sangre se rieguen,

Sobre sangre se estampe tu pie.

Y tus templos, palacios y torres

se derrumben con hórrido estruendo,

Y sus ruinas existan diciendo:

De mil héroes la Patria aquí fue.

Mexicanos, al grito de guerra,

El acero aprestad y el bridón

Y retiemble en sus centros la tierra

Al sonoro rugir del cañón.

ˇPatria! ˇPatria! Tus hijos te juran

Exhalar en tus aras su aliento,

Si el clarín con su bélico acento

Los convoca a lidiar con valor.

ˇPara ti las guirnaldas de oliva!

ˇUn recuerdo para ellos de gloria!

ˇUn laurel para ti de victoria!

ˇUn sepulcro para ellos de honor!

Mexicanos, al grito de guerra

El acero aprestad y el bridón,

Y retiemble en sus centros la tierra

Al sonoro rugir del cañón.

 

 

Regresar.