ATARDECER MUSTIO

 

Como una sombra, errante sin destino,

divago con mi propio pensamiento.

De nada me ha servido el sentimiento

si en soledad con mi dolor camino.

I con mi sed de eterno peregrino

el alma se sumerge sin aliento,

entre brumas se crece el desaliento

en este mustio atardecer cansino,

sintiendo que la abulia me sorprende

con su inercia mortal que se distiende

dejándome su incógnita sombría,

llevando a los parajes de mi huerto

el halo neblinoso de lo incierto

en esta undívaga tristeza mía.

 

Autora: María Leonor Mandiyá. Ecuador.

Poetisa ciega.

Enviado por: Martha Almeida. Guayaquil, Ecuador.

malbar55@yahoo.com

 

 

 

Regresar.