ATARDECER MUSTIO
Como una sombra, errante sin destino,
divago con mi propio pensamiento.
De nada me ha servido el sentimiento
si en soledad con mi dolor camino.
I con mi sed de eterno peregrino
el alma se sumerge sin aliento,
entre brumas se crece el desaliento
en este mustio atardecer cansino,
sintiendo que la abulia me sorprende
con su inercia mortal que se distiende
dejándome su incógnita sombría,
llevando a los parajes de mi huerto
el halo neblinoso de lo incierto
en esta undívaga tristeza mía.
Autora: María Leonor Mandiyá. Ecuador.
Poetisa ciega.
Enviado por: Martha Almeida. Guayaquil,
Ecuador.