Paciente y silencioso esperas por
mí.
Que me falta tiempo…
Que hoy no puedo…
Mañana tal vez...
Ocupas mis estantes en mínimo
lugar.
Nada comparado a tu gran
sabiduría.
Omitido estás ¡Dotado de
energía!
Ávido por brindarte con infinita
riqueza.
Tranquilo, callado, sucio de polvo gris.
Ahí…
Esperando por mí…
Pasan los días, los meses, los
años…
Me respetas por caridad infinita.
Das tiempo interminable a mi
atención.
No te inquieta mi desatinado olvido.
Sólo pretendes la luz de mis
pupilas.
Para iluminarte en saberes y prodigios.
Almacenado en noble esencia
¡Todo el sabor de la entrega!
Ahí…
Esperando por mí.
Por fin presentí al
susurro…
Ha llegado a mi conciente tu recado.
Cofre abierto serán tus páginas.
Como señales en prolijo secreto.
Se hará realidad tu
ilusión.
Tu encanto se volverá dulzura
Preñado de mística
emoción.
Cofre abierto inundado de brillantes.
Sembrarás mis talentos de
saberes.
Se elevarán entusiastas los
castillos.
Con duendes lúcidos en hechizos.
Azules y zafiros irradiarán tu
encanto.
Pido perdón por mis descuidos.
Pido me prestes tus alas.
Porque es nuestro primer vuelo.
Tú y yo estrenamos voluntades.
E impregnamos de gustos los acuerdos.
Pido me eleves tan alto como puedas.
Rey de mis horas leales.
Rey de magnos saberes.
A partir de hoy
Autora: Clara Sofía
Santana Miranda. Paraná, Entre Ríos, Argentina.