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Efemérides del Bicentenario y Centenario

ALMA REED: PEREGRINA DE OJOS CLAROS Y DIVINOS

 

Alma Reed nació el 17 de junio de 1894, en San Francisco, California, y su nombre verdadero es Alma Sullivan. Estudió en su lugar de origen, y en la Universidad de California; posteriormente Historia del Arte en Italia y después Literatura Clásica en la de Atenas. Se casó con Samuel P. Reed, y a partir de entonces adoptó el nombre de Alma Reed; el matrimonio no duró mucho y fue anulado. (Alma Reed no tiene ninguna relación de lazos familiares con el célebre escritor John Reed autor de “México Insurgente”).

Alma Reed regresó a los EEUU y trabajó como editora del “San Francisco Call Bulletin” y durante cinco años directora cultural de la Mobile Press Registrer. Fundó el Delphic Studies, centro de investigación de arte mexicano y latinoamericano. Escribió artículos en las revistas “Creative” “Art & Anchiologic, International Studies” y” Gourment”. Es autora de “Dedicatin” (1928), “Cumal” (1930) “José Clemente Orozco” (1932), “Muralismo Mexicano” y “Ten Leading Mexican Mural Painters” (1966) y dejó sin concluir un texto sobre Felipe Carrillo Puerto.

Durante esos años, Alma Reed, siendo aun muy joven, como periodista -a través de su pluma- defendió a Simón Ruiz, un trabajador mexicano de 17 años de edad que había sido condenado a muerte en San Quintín en 1921, por supuestamente matar a su capataz blanco; Reed recibió el apoyo de la Fiscal Mabel Dorn, que hizo circular la petición a través de California para abolir la pena de muerte. La solidaridad desatada logró hacer que se le conmutara la sentencia a la pena que recaía sobre Simón Ruiz, salvando de esa manera su vida.

La noticia trascendió y el presidente Álvaro Obregón la invita a visitar el país. A su regreso como articulista en The New York Times quien la envió a Yucatán a escribir sobre los vestigios mayas. Allí conoció al gobernador Felipe Carrillo Puerto con quien tendrá una larga relación afectuosa, que le permitirá conocer otros pasajes de Yucatán, aun no imaginados. Alma Reed empezó a ser llamada cariñosamente, Pixán (que quiere decir Alma) Halal (Reed que quiere decir Caña) primero por el gobernador Felipe Carillo Puerto y de inmediato los campesinos mayas que en esos momentos vivían una gran experiencia histórica.

Alma Reed escribió una serie de artículos sobre el saqueo a área maya de Chichen Itzá realizadas por el explorador norteamericano Edward Thompson, que ya se había dado a la tarea de dragar el Cenote Sagrado, En ese momento Chichen Itzá formaba parte de la Hacienda del mismo nombre y pertenecía a Edward Thompson y que habían sido sacados valijas diplomáticas para el Museo Peabody, de la Universidad de Harvard, con la complicidad de algunos funcionarios del servicio exterior acreditados en nuestro país. Con dichos artículos se logró la devolución de algunas piezas arqueológicas y otras artesanías antiguas a México.

Durante ese período, Yucatán no salía, como todo el país, del proceso de revolución, y la lucha de clases interna entre los grandes hacendados henequeneros (llamados peyorativamente La Casta Divina), sus intereses comerciales y la explotada población maya y demás trabajadores convertía en enconada la situación.

Felipe Carrillo Puerto, quien durante la Revolución estuvo al lado de Emiliano Zapata, nombrándolo Coronel de Caballería, llevó a Yucatán sus aspiraciones, y junto con otros patriotas agrupados en el Partido Socialista del Sureste (PSSE) implementaron una serie de programas sociales para su gestión como gobernador.

En uno de sus encuentros con Alma Reed, Felipe Carrillo Puerto le pedirá a Luis Rosado Vega que compusiera una canción, la cual fue musicalizada por Ricardo Palmerín y que llamó “Peregrina”.

Alma Reed volvió a San Francisco en 1923, empezando, a la vez a preparar su retorno “definitivo”, pero la situación se volvió harto peligrosa, ante la Rebelión delahuertista, y el 3 de enero de 1924 Felipe Carrillo Puerto, junto con varios de sus hermanos y algunos colaboradores por órdenes del general Ricárdez Broca, quien se posesionó del gobierno militar en Yucatán, habiendo pactado con la “Casta Divina” y los sectores más conservadores su apoyo político a cambio de quitar de en medio al Gobernador Constitucional, que representaba un peligro socialista.

Tras la muerte de Carrillo Puerto, Alma Reed se dedicó desde los EEUU a fomentar la difusión de la Cultura y las Artes de México. Hizo amistad con diversos sectores del mundo cultural, intelectual y artístico del país y fue una promotora distinguida.

Debido a sus actividades la iglesia ortodoxa y el gobierno de Grecia le concedieron la “Orden del Santo Sepulcro”, la República de Líbano la “medalla del Mérito” y el gobierno mexicano la “Orden del Águila Azteca” (1961) por su esfuerzo personal en bien de México.

Alma Reed, murió a los 77 años en un hospital de la Ciudad de México, el 20 de noviembre de 1966, Falleció en la Ciudad de México el 20 de noviembre de 1966, no sin antes disponer que sus restos fueran enterrados en Mérida, en el Panteón General de Mérida y ahí es donde descansan.

 

Autor: Raúl Espinosa Gamboa. Cancún, Quintana Roo, México.

raesgam@yahoo.com.mx

 

 

 

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