AL 14 DE ABRIL

 

Comentario:

El 14 de Abril de 1978 durante muchos años, hube considerado mi segunda fecha de nacimiento, puesto que aquel día mientras transitaba por mis ocho años de edad, tuve un accidente que me dejó para siempre instalada la capacidad de no ver; en realidad me he aburrido de llevarlo como referente; he tenido tantas satisfacciones incluso con los momentos negativos, que he decidido decirle adiós a la periódica visita de los recuerdos que año a año recibía.

 

 

AL 14 DE ABRIL

 

Llaman a la puerta;

una vez al año suelo recibir su visita;

podría ser agible atenderlo;

 

estar a la mira de sus descripciones una vez más, no seduce;

la niñez recobra vida si decido escucharlo;

retoma la indumentaria de tragedia;

 

la mañana de ese entonces quedó congelada en el tiempo;

se detuvo el despertar a los juegos y a las inquietudes del crío y su exploración al mundo;

si la luz fue una verdad, la oscuridad decidió imponerse para empezar a ser nuevo alcorce;

 

el sol dejó de ser el mismo;

la luna suspendió sus apariciones nocturnales;

el agua se tiñó de gris;

 

el aire asumió las formas que fue moldeando el tiempo;

las plantas, los árboles, las flores, empezaron a mostrar sus nuevos rasgos;

mi mascota asumió el papel de bitácora;

 

a medida que los días transcurrían, las voces perfilaban rostros;

los perfumes acercaban las figuras más estrambóticas;

la música se volvió una excentricidad;

 

el vestuario empezó a ser una imposición;

la instrucción mi bandera;

la causa por repudiar la lucha de clases mi esencia;

 

enfrentarme a los individuos llenos de frivolidad, se hizo costumbre;

los esfuerzos por comprender a mis pares aún cuando jamás he sido comprendido,

han sido mis cuatro paredes;

 

acudir al llamado de una mujer siempre fue motivante;

recorrer sus cuerpos modificaron mis conceptos de quietud;

nunca fueron suficientes las caricias impresas sobre mi piel;

 

los niveles de protección al refugiarme entre sus piernas, fueron únicos;

dejarme cubrir por el manto de la sensualidad permitió desbordar mi pasión;

el espejo de esta conciencia no deja de apuntar mañanas;

 

el futuro se rehúsa a ser ignorado;

quizás atienda el llamado a la puerta;

es posible que nuevamente me siente a conversar con él;

 

son esos millardos de segundos acumulados que permiten escoger,

si es o no la conversación necesaria;

ha sido suficiente haber vivido junto a ese pasado vencido;

 

hoy tengo otros escalones en frente;

ya no es útil volver a escucharlo;

la misma historia es imposible disfrutar; 

 

esta lobreguez es fulgor;

esta adultez ha explorado las fases del bien y del mal;

esta certeza del porvenir asumo como mi razón;

 

ante este paisaje ¿aprenderé de su cansada narración?;

mi mente no tolera recurrentes episodios;

¡ahora no!... no escucharé ese discurso decadente.

 

Justo en la confluencia del pasado y mi recorrido,

comprendo el por qué de esta decisión;

he dicho ¡basta!

 

Autor: Arnulfo S. Guayaquil, Ecuador.

tadeolibra2@yahoo.es

 

 

 

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