AJEDREZ

 

I

Dieciséis combatientes son por bando

Ubicados desde internas decisiones

Se desplazan por el ego y por razones

A agredir sin piedad; morir matando.

 

Beligerancia mental piezas trocando

En combate frontal sin concesiones

Entre ritos que se vuelven adicciones

Que a sus dos estrategas van minando.

 

Igual que blanco y negro encarnizados

Treinta y dos agresores sin sosiego

Amenazan a dos reyes desahuciados.

 

Dos mentes, dos rivales, abren fuego

Sin saber que los dos son derrotados

Ya en el fondo infinito de este juego.

 

II

 

Frente a frente reñidos jugadores

Emplazan con matarse en el tablero

Blanco y negro que lo hace más severo

Ancestral diferencia entre colores.

 

La razón va imponiendo sus rigores

Sin que sea por fortuito o por Ligero

Vencer o sucumbir hasta el postrero

Estertor racional entre agresores.

 

Batalla singular sin sangre y ruido

Aunque todo arsenal es consumido

Peculiar persistencia de este rito.

 

Nadie puede vencer en esa guerra

Que simula la que existe en la tierra

Donde el odio racial es infinito.

 

III

Una lucha mental y encarnizada

 Ocurre frente a un público ladino

Que se llena de goces si el camino

Se documenta, mientras más armada.

 

La victoria entre dos es señalada

Y se adhiere a la piel y a su destino

Ya que sólo ese triunfo adamantino

Vindica la larguísima jornada.

 

El precepto ancestral es prisionero

Sesenta y cuatro veces al tablero

Mientras van extinguiéndose los días

Para poder cobrar la última pieza.

 

Si la guerra final tan sólo empieza

Cuando inician también las agonías.

 

Autor: Félix Justiniano Ferráez. Chetumal, Quintana Roo. México.

fjf54@hotmail.com

 

 

 

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