En cada árbol se encuentra, la
mejor analogía
Que puede hacer referencia a lo que en
verdad es la vida
Así como nosotros nacen; van
creciendo y en sus ramas,
Se pueden ir distinguiendo, las que son
buenas y malas.
las buenas siguen creciendo y
abriéndose como alas
de aves que surcan los cielos, volando a
grandes distancias;
las malas se caen marchitas; o son
rasgadas cruelmente
se esfuman dentro del viento, o las quema
el fuego indolente.
Cada rama representa, nuestras etapas
diversas;
En las malas solo hay fallas, en las
buenas siempre hay metas
Y de cada cual depende el cuidado de
este árbol
Con agua de una gran fuente, y con sol
equilibrado.
Siendo siempre consecuentes,
cariñosos, consagrados;
Con nuestras palabras y obras, y todos
los seres que amamos
Porque al final este árbol nos
mostrará sus tesoros,
Que son frutos agradables, exquisitos y
valiosos.
A su vez darán semillas; y
multiplicarán su Ejemplo
Para que otros árboles nuevos,
sigan igual su modelo;
Y los que van culminando con su ciclo y
su grandeza,
Extienden a Dios su copa, buscando
juicio o recompensa.
Dejan tras de sí recuerdos;
anécdotas y experiencias
Que son siempre viva imagen, dentro de
la naturaleza.
Que aprendamos de los árboles; los
animales y flores
A valorar nuestro mundo, y cada
día ser mejores.
Autora: andre. Bogotá, Colombia.