Las personas con
discapacidad en la Invasión a Ucrania.
Pensé que el refrán “la sangre llama” se
refería a la consanguinidad entre familiares; eso cambió cuando una Cadena
Internacional de Noticias informó el inicio de la Invasión de Rusia a Ucrania. Al
escuchar la noticia mi cerebro bloqueó todos los sonidos y me trasladó a
recuerdos de mi niñez con mis Abuelos, que en lugar de decirme Andrés me
llamaban “Andriy”; pensaba que era un sobrenombre de cariño hasta que mis
Padres me dijeron que era mi nombre en ucraniano. Había olvidado qué bien me
sentía cuando me llamaban así; era una caricia verbal de una clase de amor que
ya no volví a sentir cuando crecí. Ahora soy un joven y sólo me llaman Andrés.
Mi Madre decía que cuando era una niña,
al iniciar la Pascua después del almuerzo de Domingo de Resurrección, mis
Abuelos le contaban que en el principio del Cristianismo, San Andrés, uno de los 12 Apóstoles, llegó y se maravilló del lugar que habitaban
sus antepasados. Después de evangelizar, levantó una Cruz en la ribera de un
río, como señal de ser una Población Cristiana y construyeron una Iglesia
consagrada a él para recordar siempre ese momento.
Otra historia que le contaban con emoción era la Profecía de San Andrés;
de Generación en Generación se transmitía la Historia de Kiev. San Andrés dijo
que las tierras donde estaba un día sería una gran Ciudad; profecía que se
cumplió cuando se fundó la Ciudad donde nacieron mis Abuelos.
A pesar de los momentos de nuestra
niñez, ninguno de mis hermanos, primos ni yo guardamos algún recuerdo o
tradición Ucraniana. Fue un familiar de la tercera edad que vive en Suramérica
quien confirmó lo dicho por mi Madre; agregando que nosotros seríamos la segunda
Generación Ucraniana de mis Abuelos que nacía en América.
Pensé que había olvidado esos recuerdos
de mi niñez; ha pasado más de un siglo desde que llegaron a este Continente
buscando un mejor futuro, huyendo de la discriminación y persecución que
sufrían en el Imperio Ruso.
Ahora sé que nos estaban transmitiendo
la Historia a las nuevas Generaciones. Realidades del pasado que estaban
escondidas en mi Mente esperando el momento preciso para florecer.
Comprendí la lección de Vida que
lastimosamente las nuevas Generaciones dejamos de lado por la velocidad de este
Siglo dominado por la globalización y modernidad, que busca uniformizar
nuestras Sociedades. Olvidamos que las Historias de nuestros mayores son la
transmisión oral de toda nuestra herencia y raíces, de lo que en realidad
somos.
Rescatar esa parte de mi Historia
Familiar me hizo comprender algunas cosas, aumentaron mi gusto por investigar y
vincular todo a la Materia de Derechos Humanos que curso en la Universidad.
Al leer Artículos académicos, buscar la
historia usando Enciclopedias en línea, Informes de Organismos y Organizaciones
Internacionales, Canales de Noticias formales y videos de víctimas descubrí los
horrores que históricamente han cometido Rusia y otros Invasores con ansias de
poder, destruyendo Pueblos, asesinando y violando los derechos humanos de
millones de personas con tal de robar el territorio y recursos naturales de
Países pequeños.
En los Siglos XIX y XX el Imperio Ruso y
la Unión Soviética realizaron masacres, traslados forzados de población
ucraniana para repoblar esos lugares, proscripción del idioma y anexión de
territorios; ¿en el Siglo XXI seré testigo de la repetición de hechos
históricos, cuales modernas hordas Mongolas que destruyen y siguen evitando la
Autodeterminación que persistentemente ha buscado un Pueblo?
No pensé que esta generación sería
testigo de crímenes de lesa humanidad y genocidios como los cometidos a fines
del Siglo XX y Siglo XXI en Srebrenica, Ruanda, Darfur y yazidí, ni temía que
pudiera repetirse la masacre en Siria por el uso de armas químicas
proporcionadas por los mismos Rusos a cargo de la Invasión a Ucrania. Tampoco
creo que Europa y parte del Mundo pensó que esta Guerra de Invasión
visibilizaría crímenes que lesionan la conciencia de la humanidad, que sufren
Poblaciones civiles en África, América, Asia y Medio Oriente por Gobiernos y
Grupos irregulares que usan la tecnología para causar un mayor daño a población
indefensa.
La Historia no miente y las violaciones
graves a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario no se
pueden esconder ni desvirtuar; los hechos hablan más que las palabras en
discursos e informes; ahora es el turno de la Comunidad Internacional y de la
Corte Penal Internacional que no suelen actuar con rapidez.
Mi preocupación aumenta al pensar en las
personas con discapacidad (PCD) que pueden contarse por millones al conocer la
Población total de Ucrania. En los reportajes sólo escuché que mencionaron a
una mujer ciega en Polonia, la historia de un Joven ucraniano que le lleva
ayuda a ”discapacitados” a su vivienda y de atletas paralímpicos varados en
Turquía.
No son los únicos ucranianos con
discapacidad, ¿cuántos habrán muerto?, ¿cuántos estarán desplazados o se habrán
quedado en sus viviendas sin un familiar vivo?, no poder salir por el miedo y
no poder trasladarse a un Refugio seguro cerca o en otro lugar en medio de
edificios, construcciones y barrios destruidos y en ruinas; ruido de
explosiones y balas, soldados y obstáculos en calles y aceras inseguras.
¿Cuántos estarán refugiados en Polonia, Hungría u otros Países?
¿Qué seguridad tendrán las PCD atrapadas
en ciudades y refugios?; si asesinaron a una mujer sin discapacidad que se
movilizaba en Bicicleta, Qué pasará con las miles de personas ciegas heridas,
cómo podrá movilizarse una persona usuaria de silla de ruedas, andadera,
muletas o bastones y adultos mayores con movilidad reducida?; ¿cómo lo estarán
pasando las personas sordas y con sordoceguera con o sin intérpretes y
acompañantes?; ¿qué harán las personas con discapacidad mental y psicosocial;
los adultos mayores con Parkinson, Alzheimer, con otras demencias, con ceguera parcial
o personas con múltiples discapacidades y enfermedades que requieren
medicamentos y atención especializada?
Asesinar a las PCD en Conflictos Armados
se ha repetido tantas veces en la Historia que dudo mucho que ahora sea
excepción; los primeros en morir y en aplicarles medidas eugenésicas son a las
personas con discapacidad y adultos mayores por ser considerados cargas.
Con todo concluyo que no han cambiado
las relaciones de Poder en el campo internacional; el desproporcionado ataque
militar y destrucción que realiza Rusia es dirigido hacia la Población Civil,
valiéndose de ser una Potencia Militar y Miembro Permanente del Consejo de Seguridad
de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Cree tener “impunidad” para
violar los Derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario. Veremos si
de verdad existe la Igualdad de todos los Países, el derecho de reparación de
Ucrania como Estado Soberano agredido y los derechos de los Ucranianos como
víctimas o confirmaré que el Poder sobrepasa a la Justicia.
Con más de dos meses que Rusia lleva
invadiendo a Ucrania, con tantas noticias reales y otras que pretenden
desinformar, convirtiendo el dolor de Ucrania en un tema de moda internacional,
a mi Profesor le llamó la atención que la tesis del Trabajo final que debo
presentar en la materia de derechos humanos se refiera a la violación de los
derechos y libertades fundamentales de las personas con discapacidad causados
por la Invasión a Ucrania; incluyendo la falta de información sobre su
situación, falta de actuación del Comité de Expertos de la Convención sobre los
derechos de las personas con discapacidad y de la Representante del Secretario
General de la ONU para temas de discapacidad.
Es de noche, repaso los Canales
Internacionales de Noticias y Redes Sociales; escucho información y con
impotencia pienso en que en un nuevo Siglo se vuelve a invisibilizar a las
Personas con discapacidad en los Conflictos Armados; todo queda en documentos,
nada o muy poco en la práctica.
Como hace meses, será otra noche en la
que me quedaré dormido escuchando noticias, testimonios de víctimas, sonido de
alarmas y estallido de misiles en Ucrania; sintiendo con dolor que cada vez su
situación es peor.
TESTAMENTO
“Cuando muera, enterradme
en medio de la estepa
de mi Ucrania. Así dominaré
los amplios campos y
el Dniéper con sus meandros.
Así lo veré y le oiré rugir,
rugir mientras arrastra
la sangre de los ladrones
al océano. Luego me desprenderé de
campos, montañas y de mí mismo
y los incendiaré como oraciones.
No conoceré a Dios hasta entonces.
Dadme cobijo y alzaos,
romped las cadenas y salpicad
la tierra de sangre y furia,
recobrando vuestro cuerpo. Ahora
en nuestra vasta familia,
la libre, la nueva,
no olvidéis recordarme
con palabras bien intencionadas,
una palabra sin rabia,
en silencio.” Tarás Shevchenko, 25 de
diciembre de 1845.
Traducción de Ángel Salguero a partir de
la versión en inglés del poema.
Autor: Alexander Kellman Rodríguez. San Salvador,
El Salvador.