Tania García.Reseña biográfica


Nací en Montevideo en mayo de 1944.
A los ocho meses me diagnosticaron glaucoma. A los dos años y medio me pronosticaron ceguera total a corto plazo. Pero a los cinco años me operaron por primera vez y pude conservar un diez por ciento de remanente visual hasta los veintitrés años.
En 1946 mi familia se trasladó a Carmelo y más tarde a otros pueblos alejados de Montevideo, donde estaba el único instituto para ciegos del país. Como en Uruguay todavía no se aceptaba la educación integrada y mis padres no quisieron dejarme pupila, tuve que rendir libre la escuela primaria y los primeros años de secundaria. Y lo pude hacer gracias al apoyo de mi familia, de los y las docentes del liceo de Nueva Helvecia y de muchas otras personas.
En Argentina, donde vivo desde 1964, pude revalidar las materias que tenía aprobadas, porque las mismas personas que me alentaron para que empezara a estudiar y me tramitaron la autorización para rendir libre, se ocuparon de reunir y de hacerme llegar los programas, y las certificaciones correspondientes. Sin esa ayuda se me habría hecho demasiado difícil porque en esa época no existía Internet para facilitar los trámites a distancia. Y la máxima tecnología a la que había podido acceder, yo que ni siquiera tenía teléfono, era un grabador de cinta abierta.
También en Argentina, aprendí braille, fui conociendo instituciones de y para ciegos. Todo esto me facilitó cursar quinto año como alumna regular para completar el bachillerato.
Desde 1970 trabajé con un permiso municipal para venta de baratijas en la vía pública. Durante la última dictadura militar el intendente Cacciatore persiguió la venta callejera y en 1978 a muchos no nos renovaron los permisos.
Paralelamente, en 1971 me casé, en 1974 nació mi primer hijo y en 1977 nació mi segundo hijo.
En 1968 estudié solfeo y musicografía en la Escuela San Martín y en 1979 ingresé por concurso al Coro Polifónico de Ciegos, donde permanecí hasta jubilarme en 2017. El coro, además de un empleo estable, me dio la posibilidad de expresarme cantando. Y siempre me ha gustado mucho cantar, así que me considero privilegiada porque encontré un gran disfrute en mi actividad laboral.
En 1983 me separé y formé una nueva pareja en 1984.
Desde 1987 hasta 1997 participé del elenco de teatro leído de la Biblioteca Argentina para Ciegos (BAC), dirigido en esos años por Dora Prince. También integré el grupo Oscuro de teatro ciego desde octubre de 2000 hasta diciembre de 2005.
Actualmente sigo haciendo teatro en la BAC en los talleres que dirigen Alejandra Ríos y Fabián Sagripanti.
Desde mi adolescencia soñaba con escribir grandes novelas. Pero recién en 1993, después de haber cumplido 49 años, hice mis primeros garabatos. Y hasta hoy sólo he escrito un puñado de cuentos y poemas. Participé varias veces en los concursos literarios de la Organización Nacional de Ciegos de España y obtuve un segundo premio en poesía y un segundo y un primer premio en cuento.
Y aunque ya no sueño con ser autora de novelas que marquen una época, tengo el proyecto de publicar, próximamente, un libro donde me propongo reunir gran parte de mis trabajos.

 

Tania García

 

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