“Es como si...”.
Inexorablemente. Es como si el tiempo se
hubiese detenido en “Aquel momento”.
Montoneros, secuestros, dictadura, tiempos de
miedo y dolor…
Pero nuestro lugar era secreto y seguro.
Nuestro amor fue como un verano rabioso. Lila
y amaretto.
Yo te llevaba en mis brazos hasta la cama…,
te dejaba suavemente, manos temblorosas, acaramelada emoción.
Eras en ese lugar, como un jarrón de
porcelana china, antiguo, de un valor incalculable.
Yo besaba tu piel, alcanzaba tus picos más
altos…, eras la naturaleza viviendo en mis manos.
Me decías: -siempre nos amaremos-, -siempre-,
te decía yo…
En la pared de atrás, un jazmín del cielo nos
regalaba su dulce perfume.
Afuera, gritos, policías corriendo a las
personas, tiros, caos total…
Para nosotros, tres pájaros rojos, con
smoking negro y moño, interpretaban con sus violines, “Danubio Azul”…
Mi dulce amor, mi niña, un día desapareciste,
te arrancaron de mis brazos y eras inocente, sé que lo eras…
Y después la alegría se cayó de bruces. -No
puedo levantarla, no puedo.
Autora: Olga
Triviño. Mendoza, Argentina.