Una pequeña biografía.

 

Me quedé ciega a los 11 años. Hasta entonces no leía, no tenía costumbre, supongo que porque tenía mucha miopía y, de manera inconsciente, debía de rechazar la lectura, no lo sé. Durante mis estancias de hospital, mi padre comenzó a leerme libros, novelas juveniles y de adultos, indistintamente. Ahí fue cuando descubrí la literatura.

Fue aprender braille y ponerme a escribir como loca, con la pizarra y la Perkins, más tarde. Ya nunca más dejé de hacerlo, aunque no publiqué hasta 2013. También escribía a máquina de tinta. Tengo una novelilla por ahí que escribí de un tirón sin ni siquiera poder ver por dónde iba. Luego llegó el ordenador, que fue un milagro de herramienta, y no solo para escribir, sino internet con sus buscadores para la documentación.

Tengo seis libros publicados, el último del pasado julio, escrito a cuatro manos con un amigo escritor.

Por lo demás, una vida como la de tantas personas. Estudié la obligatoria, algún año de universidad, trabajé, me casé, tuve hijos y ahora estoy jubilada.

 

 

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