La Buena Onda De Un Gerente.

 

No tengo dudas de que lo que impulsa, nutre y sostiene a un país es la cultura. Y cada golpe a la cultura es un mazazo a Panamá.

Con el título de este artículo voy a relatarles la placentera experiencia con un negocio en el Centro Comercial de los Pueblos. Y es que el acto de este Gerente merece no un aplauso, sino una ovación de pie y deja claro que todavía existen valores que se pueden ponderar en el tiempo.

En Panamá hay cantidades de Centros Comerciales en los que he tenido que hacer docencia, que comprendan que si dos Personas con Discapacidad Visual visitan un comercio, es para hacer compras, que necesitan la asistencia del colaborador de la empresa, que los acompañen y describan a los que no ven, las especificaciones de la mercancía. A veces dependemos de un personal hostil, arrogante e incluso discriminatorio, también encontramos personas que tienen la intención de apoyarnos, pero no saben cómo hacerlo y entonces optan por salir pronto del compromiso de ayudarnos y en ocasiones niegan la mercancía, argumentando que no la venden, demostrando con esa conducta la ausencia de lealtad y Cultura del Recurso Humano y pulverizando la Imagen de la Empresa.

Entramos al almacén, nos recibió el agente de seguridad con atención excelente, nos solicitó que esperáramos un momento, que llamaría a una colaboradora para la asistencia. Se acercó un joven culto, inteligente, con un alto sentido de sensibilidad, solidaridad y un largo etcétera de cosas buenas detrás. Carlos era su nombre, con esa riqueza humana nos preguntó que mercancía deseábamos, Vamos al departamento de hogar, respondimos. Estaba sorprendida por su óptimo Servicio al Cliente, sentí la curiosidad de preguntarle qué estudiaba, Mercadeo y Publicidad, repuso. Es difícil encontrarse en una tienda un joven tan despierto y laborioso, pensé.

 Nos tomamos de su antebrazo, (es la forma de guiar a los ciegos), subimos las escaleras eléctricas, llegamos al lugar indicado y de forma amena comenzó a describirnos la mercancía: colores, texturas, formas y tamaños, una mezcla perfecta del trato cordial y personalizado, en un país donde las groserías y los agravios se han convertido en la manera de ser.

Carlos, nos trató no solo como clientes, sino como buenos amigos, también fue un Gerente inspirador, nos dispensó comprensión, solidaridad y empatía. Extraordinaria docencia y ejemplo es el que le dio Carlos a su personal, demostrando la buena onda de un gerente.

 

Autora: Elodia Magdalena Muñoz Muñoz. Panamá, Panamá. Comunicadora social.

elodia1141@gmail.com

 

 

 

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