ESCRIBE, escribe, escribe.
Queridos lectores de la
revista Esperanza:
Este Poema, “Escribe, escribe, escribe”, lo he dedicado a la
atención que cada día que pasa, deberíamos poner, en nuestras lecturas y en nuestros
escritos, porque el estrés, por tanto sufrimiento en esta pandemia y las
pérdidas personales, que nos afectan tanto y, también, las pérdidas generales,
debidas a la misma y por otras causas en nuestra vida cotidiana que parecen de
película de “suspense”, por la tranquilidad que nos roban, no nos permite una
atención adecuada y olvidamos algo primordial: “Despacito y buena letra”, nos
aconsejaban nuestros mayores en nuestras familias y los maestros en clase. Nos
fue bien, mientras les hacíamos caso y las prisas que llevan el “método
rápido”, nos deriva a actos, casi espontáneos y sin, ni siquiera, la reflexión
de que los estamos ejecutando. Esta inconsciente prisa, nos hace pensar, a
todos, a posteriori, que nos está visitando el “Sr. Alzheimer”, tan
desagradable, él, y con tanta víctima en su historia.
Nos
desconcierta y preocupa no poder aportar soluciones a los innumerables
problemas que se multiplican día a día y que parece ser, que su arreglo, en vez
de aproximarse, se aleja dentro de unos “patinetes” o unos “bólidos”, sin
conductor, metáfora de problemas ocasionados, voluntariamente, para hacer daño.
En fin, aquí en ESPAÑA, hay un proverbio que reza: “Hay más fuera que dentro”.
Hace referencia a quienes no llevan un tratamiento, para enderezar su conducta,
no acorde con la normalidad y la cordura, y no están ingresados para ser
estabilizados porque no han sido diagnosticados.
Si volvemos a mi pequeño Poema, también nuestra edad, que va
siendo algo longeva, hace que nos despistemos, aún sin quererlo y sabemos que,
el cumplir años, nos da una nueva experiencia que nuestra comprensión, debe de
admitir y tolerar.
Participar y leer la revista “ESPERANZA”, como siempre, será un
placer.
MUCHAS GRACIAS
ESCRIBE, escribe, escribe
¡Presto,
ligero!
Como no
tengas un lápiz, justo al lado,
cuando
sientas, cuando pienses…, se perderán las ideas, y,
aunque el sentimiento
quede, ellas marcharán volando.
Deprisa, deprisa, no quedan en un tintero, y,
aunque después lleguen otras y no te encuentres muy lejos
de tu lápiz, tu cuaderno, para transmitir venturas,
sentimientos y otros hechos…, lo que escapó no se caza.
lo hizo lejos y muy lejos, y se nos fue con el viento.
Escribe,
escribe, escribe te digo.
Yo también escribo, escribo, sin olvidarme…
¡Cuidado!
de lápices y cuadernillos. De mi cariño a la vida,
de verdades, de mentiras. De tinieblas y colores,
de algún que otro sinsabor junto a vivencias mejores,
y, al borrar males mayores, el caminar se hace corto,
sin cansancio, sin letargos… También bueno, con nuestros sueños,
con ternuras y alegrías que portamos y logramos. Mas…,
todavía mejor, felices y muy contentos, cuando aparece,
¡Un AMOR!
Autora: María Jesús Ortega
Torres. Alicante, España.