Somos… siempre…
Ven, mírame
con tus manos como siempre lo hemos hecho…
Desde
aquellos días en que las sombras se acercaron sutilmente y, poco a poco,
imperceptiblemente nos rodearon con sus brazos sin soltarnos más. Nebulosa inquebrantable,
silenciosa, definitiva, sin textura, gris oscura.
Mírame con
tus manos ternura, sentiremos como las almas fugan de nuestros cuerpos, en
hilos tersos, nos abrazan, nos revolotean mágicamente en volteretas alegres,
riéndose con nosotros…
Nos tiran a
la cama, y vuelven a nosotros, cierran sus oídos y sus ojos…
Este momento
es único, solo nuestro.
Tus manos
suaves en mi geografía, tu boca mordiendo mi espalda, nuestros sabores de
mentol y ginkgo biloba…ya no nos rodean las sombras, las paredes están llenas
de flores, lavandas, inciensos, jazmines mojados de lluvia imperceptible…
Nos reímos,
el colibrí nos pegó en la nariz…
Somos
simplemente felices. Metafóricamente: Ceguera y Amor.
Autora: Olga
Triviño. Mendoza, Argentina.