Dueña del tiempo.

 

Dueña del tiempo, te crees

como si la eternidad se cerniera

sobre carnes ateridas.

Debilitadas las fuerzas

plegada la piel,

cristalina la osamenta.

Dueña del tiempo, te crees

agrupando pertenencias

apiñando secuencias…

Anacrónicos pensamientos

recrean historias

perdidas, en surrealismos

inexistentes, en abismos

espejados en infiernos…

De maldades grises

de brumas quejosas

pareciendo, áridos destinos

de tristezas, en multitudes

arrastrando oscuridades

con todo… a su paso.

Malditas creencias

de eternas existencias

que no deciden… a desprenderse

de elementos, polvorientos

ya perdidos… en los tiempos.

Inútiles cuando se les necesite

útiles, cuando no quisiste

delegarlos en generoso

acto increíble … imposible

de tu alma egoísta

aferrada a la vil soberbia

impedida… de empatías…

incapaz… de amar .

Dueña de los tiempos…. Te crees,

más que tu propio bienestar

más que tu realidad invisible

aquélla que desconoces

de tu carne, de tus huesos,

de tu mente desvariada

inútil… perjudicante.

Reclamando presencias

negando las condescendencias

sobre tu persona… que poco a poco

se pulveriza con los lienzos

con alfombras, de polvo al viento.

Dueña del tiempo…. Eso crees,

junto a recuerdos, ya olvidados

junto a pasadas historias

convertidas… en jirones

que a nadie… ya interesa…

La humanidad… avanza

Pisotea, hacia adelante

Va… camino muy distante

de lo pasado, sin sentido.

¿Para qué esos alaridos?

Si ya… nadie escucha

si las juventudes, cruzan,

corren, avanzan

en derroteros insaciables

de novedades interesantes

que muestren… otros brillos…

Dueña del tiempo… ¿Para qué?

Ya nadie, jamás

volverá con tu olvido

que te pierdes como va un río

arrastrando piedras a su paso.

Dueña del tiempo… perdida crees

que la mar se aquieta

que los ríos se frenan

que las lagunas se secan

que los pájaros son de cera

que las nubes son algodones

que la tierra no se gasta…

Y la vida… que la vida se eterniza

en tus manos, tan huesudas

de largas uñas, embrujadas

que revuelven calderos

añejos, de mezclas insólitas

producto de … mente confusa

caldo insaciable… plétoro

de maldad intrusa

husmeando injusta

en envidia y comparaciones

en soberbias y perfidias

que hoy a nadie… ya interesa.

Gastos inútiles

de brillos opacos…

haciendo, que tu nombre

se haya perdido

junto a tu sepultura… viva

mientras aún, deseas

ver tu triunfo

en vida… sin luz

en muerte… viva

de vejez… insana…

Dueña del tiempo… ya no eres….

no tienes, sueños…

ellos… se han roto, repletos

de injusticias …ya vanas.

©Renée Escape- 2020-

(A la Enfermedad de Alzheimer)

 

Autora: Dra. Renée Adriana Escape. Mendoza, Argentina

rene.escape@gmail.com

 

 

 

 

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