Carta
abierta a mis compañeros de la Revista esperanza.
¡HOLA!
Soy ave
que está volando, y,
los mares cruza cantando.
A un
corazón llegará;
Si son
muchos…
¡Ay…!
¡Mejor!
No querría
hacerme pesada,
mi
canción, de madrugada,
no os
quiere despertar.
YO, solo
invito a SOÑAR…
Yo, solo,
si me dejáis
¡QUIERO
INVITAR A PENSAR!
Muy
queridos amigos y amigas de lecturas de libros, escritura, de revistas y
colaboradores de la
REVISTA
ESPERANZA Se dice que: “El tiempo pasa volando, si lo hace de modo agradable”.
Podemos ver que siempre hay excepciones, ya que el año que ha terminado, 2020,
lo ha hecho volando y por culpa de un mal elemento, que, aunque parezca que fue
ayer cuando llegó, se llevó a muchas personas queridas, y a otras tantas,
conocidas, o no, cuyas vidas, al marchar de modo imprevisto, nos dejaron con
una gran tristeza. Ha sido desolador conocer cómo cercenó, un microscópico
virus, la vida de tantas gentes en el mundo y puso a tantos países y a tantas
razones y sinrazones distintas, enfrentadas, sin remedio y aún hoy,
dilucidantes, ante esta increíble y fatal pesadilla
“A grandes males, grandes remedios”, nos dice
un acertado refrán español y aunque no se pueda del todo enmendar daño tan
inmenso, causado por un virus asesino, siempre, amenazante y castigador al
mismo tiempo, debemos pensar que las medidas que se nos han dado de modo
UNIVERSAL, porque nos sirven de igual modo a todas las personas, ya sea en
Roma, en Brasil, en Australia o en cualquier otra parte del mundo y las hemos
de establecer como nuestras, con: “Quiero invitarte a PENSAR”, quisiera
significar la buena ocasión, para que a vuestros allegados, familiares, amigos,
discípulos y a todo el que establezca una conversación con vosotros, le
manifestéis que aprovechar los obligados encierros, en casa, por esta cruel
Pandemia, sirve para releer, leer, escribir, escuchar Música o iniciarse, con
un instrumento elegido, o en una agrupación coral. También organizar o
participar en cursillos que nos “desasnen”, un poco, en lo que nos habría gustado
aprender hace tiempo y fuimos dejando para más tarde…
En fin, practicar algún tipo de ARTE, es muy
beneficioso. Lo es, tanto para quien lo puede practicar, como para quien es, su
silencioso testigo, admirador o ¿por qué no?, detractor puesto que para opinar
y elegir, están hechos los colores, los sonidos, los perfumes y hasta el frío y
el calor…
Apoyar siempre el respeto de una distancia
apropiada, como a lo que nos obliga este cruel virus, es una indesperdiciable
metáfora, ya que en otro refrán, creo que también español, se nos dice que: “La
confianza da asco” y no es otra cosa que no podemos saber, del todo, hasta
dónde podríamos llegar con nuestros interlocutores, aunque sean amistades de
toda la vida. Incluso familia.
En otro de mis versos, durante, digamos, mi
presentación, os digo que no quiero ser “pesada” y ya lo voy a cumplir, con
unos versos de RAINER MARÍA RILKE (1875/1926), que siempre me conmovieron y que
pertenecen a un minúsculo Poemario, que conservo de este Poeta nacido en
CHECOSLOVAQUIA, con el que me obsequiaron en una ocasión, y, que tengo a bien
ofreceros, como un buen refugio, que es lo que para mí y, muchísimas personas
más, es la Poesía.
Vivo mi
vida en círculos que se abren,
sobre las
cosas, anchos.
Tal vez no
lograré cerrar el último,
pero
quiero intentarlo.
Giro en
torno a Dios, antigua torre,
giro hace
miles de años.
Y aún no
sé si soy águila o tormenta,
o si soy
un gran cántico.
Con mucho cariño
Autora: María Jesús Ortega Torres.Alicante,España.