Tu espíritu viene a mis recuerdos.

 

Así con la tremenda felicidad que vivimos

Esa que se diluyó con tu descollante infidelidad

Así como nos sentimos ayer en desacuerdos

Con todas las heridas de un sinuoso pasado

Ese gran sentimiento, que no supimos proteger

Guardándonos de las dañinas maldades ajenas

Y dejamos morir a nuestro amor hecho trizas

Para el goce y decidia de los malos…

Pero la vida me ha enseñado a perdonar

A entenderte por asumirnos imperfectos

Bien sé, que ni Tú ni Yo, lo queríamos…

Que nuestros sueños callados, eran otros

¡Contrarios a los resultados del perdernos!

Pero la inexperiencia nos arrebató el futuro

El dolor nos debilitó las esperanzas

Y nos quitó los deseos de reconciliarnos

El sufrimiento ¡nos volvió cobardes!...

Y me empujó a huir de tus presencias

Donándote la libertad que no supiste administrar

Y te enredaste en historitas desavenidas

Entoldando tus conductas en fracasos

A los que ignoré por la distancia que nos separaba

Y por mi bien… ¡Nunca nadie me lo comentara!

Muchos años pasaron ignorando los presentes

Cada uno empeñado en hacer la vida

Cada uno de formas ¡muy diferentes!

Yo en luchas del trabajar las horas ¡disfrutando libertades!

Y tú atado al encierro de faltantes descollando porvenires

Hasta que la muerte te sorprendió enlutado en errores

Esos errores que alguien se encargó de contarme

Aumentando mi aflicción por tu destino discordante

Y tarde ¡muy tarde ya! para poder ayudarte…

Pero Dios sabe como hace al destino de cada cual

Y organiza las conductas de cada uno, según lo merecemos…

Hoy ¡sólo prendo velas a tu recuerdo!

Para que tu espíritu pueda al fin… ¡Descansar en paz!

 

Autora: Clara Sofía Santana Miranda. Paraná, Entre Ríos, Argentina.

clarasofiasant@hotmail.com

 

 

 

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