Preciosa flor temprana de
singular aroma,
Tu gesta libertaria no caerá en
el olvido;
Orlada de virtudes, universal
paloma,
Pronunciarán tu nombre, opresor y
oprimido.
Benditas sean las almas que
laurearon tu vida
E hicieron de tu nombre flor de
paz para el mundo;
Los corazones nobles guardarán,
encendida,
La lumbre de tu ejemplo con
respeto profundo.
La insensata violencia quiso
tronchar tu vida
Y en ese vil intento la coronó de
gloria;
La humanidad te aclama de admiración
henchida.
¡Nadie podrá, ni adrede, quitarte
de la historia!
Autora: María Cejas. Buenos Aires, Argentina.