El coronavirus también afectó a la conexión: calidad del Internet en Ecuador
Con la pandemia a
consecuencia del coronavirus, muchos fueron los cambios de vida que sufrió la
humanidad, desde confinamiento estricto hasta la paralización de la producción en
la mayoría de los países del mundo. Sin embargo, para hacerle frente a esta
vicisitud y continuar con la producción, la educación y otras tantas
actividades la gente acudió al internet como el medio por excelencia para
seguir produciendo y generar ingresos.
Ahora tenemos
conciertos virtuales, ferias inmobiliarias on-line, clases a distancia que
demandan ingentes cantidades de megabytes y es este fenómeno el que centra
nuestra atención, pues debido al enclaustramiento generalizado el consumo de
internet se disparó en todo el mundo, claro que detrás de este suceso existen
otros acontecimientos que serán objeto de análisis en esta oportunidad.
En el caso
ecuatoriano, las compañías dedicadas a la oferta de este servicio vieron un
alza de la demanda de hasta un 63% entre marzo y agosto, según datos ofrecidos
por la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones ARCOTEL.
Lo que significa,
que este servicio pasó a ser fundamental, pues alrededor de 500 000 empleados
públicos y privados y aproximadamente 4 000 000 de estudiantes tuvieron que
realizar sus actividades desde casa durante este período.
No obstante, hay
que preguntarse si las empresas oferentes estuvieron en la capacidad de
responder a esta demanda acrecentada por la emergencia sanitaria, pero sobre
todo es necesario conocer la calidad de servicio que proporcionaron.
En el caso de
Ecuador los principales proveedores de internet fijo son tres: CNT, Netlife y
Claro; en orden de captación de usuarios.
Con un 41% del
mercado la Corporación Nacional de Telecomunicaciones CNT, lidera este
segmento, seguido por Netlife que posee el 17% y finalmente Claro controla el
11%, según estimaciones de la ARCOTEL.
La empresa estatal
CNT, si bien posee 4 de cada 10 planes de internet fijo, su calidad de respuesta
resulta deficiente, pues para resolver los requerimientos de los clientes sus
centrales de llamadas colapsan a menudo e incluso muchas de las veces las
personas se ven obligadas a acudir personalmente a las oficinas para obtener
solución a sus inconvenientes, lo cual resulta contraproducente, en tiempos de
restricción de movilidad.
Netlife, a pesar de
ocupar el segundo lugar en el mercado de internet fijo, se caracteriza por ser
la única empresa que oferta una velocidad simétrica de carga y descarga, es decir
que, si se contrata un plan de 20 megas, la velocidad con que subimos y bajamos
información será igual, lo que no ocurre con otras compañías donde la velocidad
de subida es muy inferior a la de descarga.
En cuanto a su
calidad de servicio, se puede decir que dependerá del sector donde se haya
contratado el plan, pues existen sectores como la periferia de Quito, donde se
presentan complicaciones técnicas y problemas con el tiempo de respuesta.
Además de otros inconvenientes como el ocurrido con su incidencia masiva en los
DNS (Sistema que Traduce los nombres de dominio y facilita la conectividad),
reportado el 28/07/2020 y que afectó a ciudades como Quito, Guayaquil, Salinas
y otras zonas.
La compañía Claro,
al ubicarse en tercer lugar en la captación de clientes de internet fijo,
resulta que posee más problemas que sus competidores, al momento de brindar un
servicio de calidad. El tiempo de respuesta para fallos técnicos resulta
prolongado en varios sectores de la ciudad capital (extremo norte y sur). En
ocasiones las visitas técnicas deben ser más de una para reparar los
desperfectos de su conexión.
En cuanto al precio
del servicio de estos proveedores diremos que la mejor relación costo beneficio
la tiene Netlife, pues sus planes proporcionan buena velocidad a costes
razonables, mientras que Claro posee valores más altos en referencia a sus
competidores y finalmente CNT tiene costos más asequibles, pero su servicio es
muy deficiente.
Otro de los parámetros a analizar, antes de
contratar el servicio de internet fijo es el cumplimiento jurídico, al menos en
el caso de personas con discapacidad, pues desde 2012 en Ecuador se promulgó la
Ley Orgánica de Discapacidades; y en este cuerpo legal se estipula en el
Artículo 79, numerales 4 y 5 que: el servicio de telefonía móvil y el internet
fijo de banda ancha tendrán una rebaja del cincuenta por ciento (50%) del valor
del consumo mensual en los planes comerciales.
No obstante, en la
actualidad existen varias empresas que se muestran renuentes a cumplir con lo
estipulado en la ley, aduciendo que poseen políticas internas que no les
permiten hacerlo. Habría que preguntar ¿Desde cuándo una normativa empresarial
está sobre una ley orgánica?
Así como el
incremento del consumo del internet fijo sufrió un alza considerable, también
está el aumento del consumo de planes de internet móvil. Muestra de aquello,
son los 12 600 abonados de CNT que mejoraron sus planes de datos a 20 y 30
megas desde el 16 de marzo que inició la cuarentena en el país. De igual forma,
las otras compañías que proporcionan el servicio de telefonía móvil como
Movistar y Claro, también han declarado un incremento en el número de
suscriptores de este servicio.
Este aumento de
consumo significaría en primera instancia, una mayor conectividad en Ecuador,
alrededor de un 80% de penetración de internet, según datos obtenidos del
Informe Estado Digital Ecuador 2020; empero ¿A qué velocidad se conecta el
Ecuador a la red?
Los datos
estadísticos del Índice global de
prueba de velocidad de Ookla demuestran que el país, en lo que respecta al
internet móvil, se ubica en el puesto 87 de 138 naciones, con una velocidad de
descarga de 22,39 Mbps, una velocidad de subida de 10,63 Mbps y una latencia
de36 ms. Mientras que en torno a la velocidad de internet fijo el país se
coloca en el puesto 107 de un total de 138 estados con una velocidad de
descarga de 24,54 Mbps, una velocidad de subida de 21,11 Mbps y una latencia de
26 ms.
Es decir, que
Ecuador no posee una buena velocidad de carga o descarga de datos en internet,
y que decir de la latencia, que es el parámetro que mide la inmediatez de la
conexión.
Para ejemplificar
esta idea se puede decir que el ancho de banda de internet vendría a ser como
un embudo, entre más grande sea este mayor, será nuestro ancho de banda. En
cambio, que la velocidad de internet sería la rapidez con la que fluye un
líquido a través del embudo y finalmente la latencia es el tiempo que demora el
servidor para recibir y enviar la información (tiempo de respuesta) del
servidor.
Entonces, al no
tener una buena velocidad de conexión, esto incidiría proporcionalmente en la
productividad nacional, tal como lo refleja el Reporte de Competitividad Global
2019, elaborado por el Foro Económico Mundial. Este informe de elaboración
anual señala que Ecuador se ubica en la posición 90 entre 140 países y registra
una calificación de 55,7 sobre 100 puntos. Lo que significa que, es apremiante
mejorar factores como infraestructura y la aplicación de nuevas tecnologías de
la información y comunicación (TIC), tal como lo resalta el documento en
cuestión.
Si bien es cierto,
que derivada de la pandemia la conexión a internet creció exponencialmente;
también surgió otro fenómeno al menos en Ecuador.
Y es que gracias al
acuerdo Ministerial 099, expedido por el Ministerio de Telecomunicaciones y de
la sociedad de la información MINTEL el 22 de marzo y la Ley de apoyo
Humanitario que entró en vigor el 22 de junio respectivamente, se prohibió el
corte del servicio por falta de pago a todas las operadoras de telecomunicaciones
y proveedores de servicios básicos.
Esto quiere decir,
que a pesar del no pago de las facturas a consecuencia de la emergencia
sanitaria, las personas continuarán gozando del servicio de internet, a pesar
de estar en mora, lo que se ve como una forma de ayudar a las familias que
dejaron de percibir ingresos por la coyuntura.
Esta decisión
política, ha incidido en la facturación de las empresas de telecomunicaciones,
quienes aseguran que “la morosidad alcanza un 50%, lo que a futuro pondría en
riesgo la oferta del servicio”, en palabras de Maryleana Méndez, secretaria
general de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones
ASIET.
Los representantes
de estas empresas exhortan al gobierno a hacer correctivos en cuanto a la
recaudación tributaria derivada de estas facturas impagas, pues desde el inicio
de 2020 en el país se aplica el cobro del 10% a los planes de telefonía móviles
por concepto del Impuesto de Consumos Especiales (ICE), lo que significa que
las empresas de telecomunicaciones siguen tributando por Impuesto al Valor
Agregado IVA (12%) y por el ICE (10%) de las facturas que dejaron de pagar los
usuarios, a pesar de ver disminuido su volumen de cobro.
Por lo que los voceros
de este sector aseguran no tener certeza de hasta cuando se podrá sostener esta
baja en sus ingresos, ya que la tributación generada de las facturas no
cobradas fue asumida por el gremio, para no suspender el servicio.
En definitiva, la
conexión en el Ecuador requiere una transformación que vaya desde la mejora de
su calidad, hasta la revisión del marco jurídico que la controla, pues para que
el país mejore sus estándares del servicio no solo se debe asegurar el respeto
de los derechos de los consumidores, sino que también se deben establecer
normativas que permitan a las empresas poseer una seguridad jurídica. Esto con
el propósito de que en realidad la nación equipare su accesibilidad, su
conectividad, pero, sobre todo, que la sociedad pueda disfrutar de un servicio
de alta calidad a precios acordes a la realidad local y que no se conviertan en
inalcanzables, pues hoy por hoy el internet ya no es un lujo, sino un elemento
importante en el trabajo, educación y entretenimiento de las familias ecuatorianas.
Fuentes:
https://blog.formaciongerencial.com/estadodigitalecuador2020/
-
https://www.elcomercio.com/actualidad/internet-netlife-fallo-servicios-conexion.html
- https://es.weforum.org/reports/global-competitiveness-report-2019
- https://www.speedtest.net/global-index/ecuador#mobile
Autor: Lcdo. Lenin
Alejandro Carrera Oña. Quito, Ecuador.