Pequeños poemas contra la muerte.

 

I


He amado a un hombre.
He perdido a un hombre.

He perdido su cuerpo y sus palabras para Siempre.

Pero la fantasía es terca, y no apaga el fuego.

Por eso sigo amándolo… Y sigo perdiéndolo.

 

II.

 YO (un SONETO A MEDIAS)


Aquí, las frutas que te cautivaban.
Aquí, la rosa que bebiste ansioso.
Aquí, las manos y la boca, tuyas.
Y el corazón mirando atrás mil veces.

 

Aquí, los brazos abrazando el aire…
Y el cuerpo, tristemente ensimismado…
tanteando locamente lo inasible.

 

III


He palpado el calor de la pasión y el frío de la muerte.
Y créanme, no son metáforas.

 

IV


¿Y qué hacer con el amor
si el cuervo dice never more?

 

V


Qué necesidad la de mis manos,
de mi boca, de mi olfato,
de todo mi cuerpo…
de sentir otra vez el tuyo.
No por mero apetito de la carne;
también por sed del alma.

 

VI


|Yo quisiera poner a dormir este corazón,
congelar la fantasía…
Y adormecer incluso mi cuerpo:

Para no sentir, para no querer, para no esperar.

 

VII


Un cuerpo a la medida de mi cuerpo.
Un espíritu basto como el mundo.
Una pequeña voz que susurraba

y clamaba en el desierto de mi vida
su goce y sus verdades, tan humanos.

 

VIII


Desayuno con lágrimas tu ausencia;
discreta, sin embargo, al mediodía.
El llanto endulza a veces la merienda

y en la noche devoro tu partida.

 

Autora: Fátima Osores. San Miguel de Tucumán, provincia de Tucumán, Argentina.

fatalia79@gmail.com

                              

 

Breve curriculum de la autora.

 

 

 

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