¿Lo sabrá?
Lo que voy a relatar hoy
es algo muy extraño.
Abril, es el nombre de
la muchacha que me comentó este caso digamos intrigante.
Abril una mujer
felizmente casada, y con dos hijos, salió a la calle a trabajar, para ayudar a
su esposo.
Su trabajo consiste en
trasladar personas discapacitadas, las retira de sus domicilios, y las deja en
el instituto que les corresponde, la mayoría de estas personas son ciegas.
Luego de dejar a cada
uno vuelve a su hogar, no es mucho tiempo que puede estar antes de salir
nuevamente a retirar a las personas para llevarlas a su casa.
Pero fue en ese momento,
cuando regresaba a su hogar que vio algo que le llamó la atención…
Al quedar detenida en un
semáforo: El cual se encuentra en Camino de cintura, o ruta cuatro. Y los dos
lugares que menciono, se llaman igual. La cabaña. Desvió la mirada hasta la
vereda de su derecha Era como dije antes una ruta, y había un paredón. A la
izquierda una estación de servicio muy grande, donde expenden los combustibles,
además de un Servicentro.
Volvamos a la calle de
la derecha, decía que al mirar, vio a un hombre que aparenta tener
cincuenta, o sesenta años.
Ese día Jueves era
infernal el calor que hacía, y a pleno sol, vestido con un traje, camisa y
corbata, con un bolso de viaje, y una bolsa similar. Parado allí miraba los
vehículos que pasaban hacia ambos lados, la cabeza para aquí, y para allá.
O caminaba unos pasos
por la vereda para un lado y volvía, lo
que tenía que mencioné antes el bolso, y la bolsa, estaban junto a el paredón.
Además tenía un especie de sobretodo doblado en su brazo.
Lo que le extrañó a
Abril fue que con ese calor estuviera vestido de esa forma. Pensó, Lo habrán
desalojado?
Luego al volver a pasar
por el lugar volviendo para terminar su trabajo, el dicho señor estaba,
digamos, seguía allí.
Pasaron los días y la
señora no se preocupó más del asunto… Hasta que se repitió la situación. Quiero
decir que no es un lugar donde pueda ir a vender, y lo que pensó también que
podía estar esperando a alguien la primera vez, aunque al volverlo a ver
descartó la idea.
Primero, mejor dicho las
primeras conjeturas… =Lo desalojaron, espera a alguien, o repite esa rutina,
para comprobar algo=.
Siempre eran los días
Jueves, hasta que en un momento ya no era ese día, digamos era Viernes.
Sucedió, y por ahora
sigue sucediendo, en La provincia de Buenos Aires.
Olvidé comentar que
suele tener sobre los bolsos, camisas abiertas, como para que se sequen.
Y que en ese lugar
entrando por una calle en la esquina de donde se encuentra este hombre hay un
Hotel alojamiento.
De momento, Abril, sigue
pensando, y mucho más luego de comentarle al esposo, que al principio no le dio
importancia, aunque el día que el recorrido le tocó a Él, recordó lo que le
había contado su esposa, y prestó atención. Tampoco tiene una respuesta exacta
para dar.
Por eso me pregunto.
¿Alguna vez Abril, Lo sabrá?
Autora:
María Rosa D’Andrea. Buenos Aires, Argentina.