Es tal vez mi instante
primigenio, o actual o reiterado...
Te siento en las
sábanas blancas de algodón, con bordados en broderie antiguo, igual a las de mi
abuela Rosario, que yo tanto amaba.
Te recuerdo cabalgando
en mis entrañas..., rumbo al Tajamar...
Y las jóvenes bocas,
ciruelas tempranas, buscando la zona sublingual...
Queríamos conocer
Esmirna y ella venía hacia nosotros, con sus calles llenas de frutos, y sus
aguas danzando sobre las sábanas blancas...
Y hoy me conformaría
sólo con tener tus manos entre las mías, igual a eternidad..., cariño azul.
Autora: Olga Triviño. Mendoza, Argentina.