Dejaste un gran abismo
en el momento preciso
que alejaste, de mí, tus brazos.
Creí desfallecer en mis latidos
y los pensamientos,
oscurecieron mi ser.
¡como nunca antes
me había ocurrido!
Como nunca antes: me entregué...
Algo, en lo más profundo,
se rompió y al mismo tiempo,
se liberó. ¡No es una contradicción!
Fue una búsqueda incansable
¡De muchos años luz!
Que finalmente, con tu despedida, la pude encontrar.
Aún hoy...
Recuerdo momentos
Como dicen por ahí:
"Dejé mis mejores latidos
en ese lugar"
Que por minutos
se dibuja una sonrisa
y en otras, una leve mueca
de tristeza.
Ya no duele no sangra
solo yace dormido,
como un gran gigante...
Hasta sentir la lluvia,
que haga florecer
a este corazón nuevamente.
Autor: Fabián Barrios. Capitán Bermúdez, Santa Fe - Argentina.