Ficus.

Lo descubrí tarde,

por abrir la puerta,

desnudo tronco madre,

tristes ramas, red de alma muerta.

 

Maceta de tierra yerma,

apenas, sostiene alto,

el mástil, de faz enferma,

perecido… sin encanto.

 

¿Cuándo te fuiste mi Ficus querido?

¿Cuándo te abandonaron tus hojas?

¿Que por débiles perdieron sus hijos?

¿Olvidando tu sed, que no moja?

 

Se culpó por ti, a otros,

acusados de negarte ayuda,

justificando sus antojos,

con almas… sin fortuna.

 

¡Ay! las esencias, heridas,

que arrastran a dependientes…

que por escasos, de vida,

olvidaron, ser sirvientes.

 

¡Ay! , pobre Ficus fallecido,

tronco inútil, yaciendo sin sentido,

has muerto de pie muy herido,

por el egoísmo… de lo sufrido.

 

Dolor por abrir la puerta,

del balcón del olvido,

donde solo plantas muertas,

 aguardan del cielo… su final suspiro.

Autora: Dra. Renée Adriana Escape. Mendoza, Argentina

rene.escape@gmail.com

 

 

 

Regresar.