El enganche, más que una obra teatral.
El teatro integrado por actores ciegos, nos demuestra que aun sin
uno de los sentidos más importantes del ser humano se puede vivir y disfrutar
de una obra, despertándonos la imaginación, donde el actor invidente tiene que
actuar mejor con la voz y utilizar el cuerpo para hacer sonidos y ruidos".
Como parte de la agenda de los eventos del Primer Encuentro de
Escritores Ciegos, “Por las Alas de los Vientos”, en San Isidro, Buenos Aire s,
Argentina, gracias al apoyo del Ministerio de Cultura de Panamá, el Instituto
de ciegos, Pedro Rosell y
El evento tuvo lugar en las instalaciones del Instituto Nacional
Román Rosell, que pertenece al Ministerio de Desarrollo Social de
Ahora bien, desde siempre, el Rosell se ha dedicado a resaltar la
importancia de la inclusión y la rehabilitación para las personas con
discapacidad visual. Así es como nos involucramos como espectadores en la obra
titulada: “El Enganche que, con la autoría del dramaturgo
argentino Julio Mauricio, relata la historia de una pareja que dentro de un encuentro
casual de cama, logran enamorarse y demostrar que lo que más importa es el
amor, algo así como el Film Pretty Woman (Mujer bonita), de Garry Marshall.
Una pequeña sala dentro de las instalaciones del Instituto Román
Rosell, iluminada por unas diminutas luces que alumbran una serie de butacas
ubicadas en el centro. Con una escenografía, un escenario y una vez que todas
las personas están en sus asientos y la sala queda sumergida en la más absoluta
atención. Al instante se agudizan el resto de los sentidos, sólo se escucha la
respiración de los presentes hasta que una potente voz da la bienvenida a la
sala, donde se realizan los espectáculos. Apreciaremos el arte dramático y
absoluto control escénico de los actores ciegos argentinos.
interpretada por María de las Mercedes
Álvarez Sevillano en el papel de Carmen, y Carlos Bianchi en el personaje de
Diego, escenifican una pareja agobiada por la rutina, la soledad y la
asfixia económica de un Buenos Aires con una inflación galopante, donde la
pareja busca la comprensión mutua. Es así como frente a una cama en una
habitación de hotel de paso, Carmen, ansiosa, nerviosa y sumamente estresada en
su renuencia de irse a la cama con Diego, termina enamorándose, y ambos
descubren que el amor rompe con todos los esquemas y las barreras sociales. Los
actores no se limitan a interpretar historias, sino que realizan ruidos y
sonidos con sus cuerpos y otros objetos. Nada está grabado ni previamente
editado, todo ocurre en el lugar y los presentes están siempre en el centro de
la escena. Las voces, sonidos y sensaciones vienen de todos lados, revelan el
control de cada uno de sus movimientos, exactitud en sus gestos, muy a pesar de
no contar con la visión. Es tanta su habilidad que el espectador no sería capaz
de descubrir que los actores son Personas con Discapacidad Visual.
Vaya mi felicitación para
el Teatro de Ciegos Argentinos.
Autora: Elodia Magdalena Muñoz Muñoz. Panamá, Panamá.
Comunicadora
social.