El canto de las flores.

 

Con la suave brisa de otoño, las hojas de los árboles caen día a día, tal pareciera que los árboles mueren y no van a retoñar nunca, pero no es así, entran en una etapa de sueño, de paz, de tristeza, de silencio, sin hojas y sin colores. Aparentemente secos, un día cualquiera empiezas a ver su verdor y, en un abrir y cerrar de ojos, sus hojas comienzan a mecerse al ritmo del viento.

Por el contrario, muchas flores: Rosas, Hortensias, Nochebuenas, Crisantemos, del Desierto, Silvestres, encienden el brillo de sus pétalos, coronan el jardín donde se encuentran, lucen esplendorosas en ramilletes y cantan al amor.

Que, ¿cómo cantan las flores?... No puedo precisarlo, sólo sé que son la melodía del amor. Un ramito de mariposas blancas, un buqué de orquídeas, un arreglo floral, un cucurucho de azucenas, una sola rosa; son miel y un dulce cantar para el corazón.

Sentirlas entre las manos, es como escuchar un te quiero sin palabras. Una declaración apasionada. Un regalo que desborda la alegría. Un llamado a la nostalgia. Una voz silenciosa de recuerdos. Un susurro al oído.

 Así es el canto de las flores.

 

 

Autora: Dulce María del R Medina Pérez. Chetumal, Quintana Roo, México.

tey1954@hotmail.com

 

 

 

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