El caballo de Troya de la modernidad

 

Introducción

 

Cuenta la historia que en los avatares de la guerra entre los griegos y troyanos, esta se inclinó a favor de los griegos por medio de una argucia, la cual fue pensada luego de comprender que ni el asedio, ni la fuerza, habían podido abrir las puertas de los troyanos. Entonces, se recurrió a construir un gran caballo de madera, el cual fue dejado abandonado, mientras los griegos simulaban rendirse. Sin embargo, Dentro de esta enorme estatua estaban 40 soldados griegos, que luego de ser entrada la estatua por los troyanos a la ciudad, en la noche salieron, deshaciendo las defensas e inclinando la balanza para que Troya perdiera la guerra.

De esta historia también surge la inspiración para bautizar al virus informático (caballo de Troya), que realiza una función parecida, al ser enviado a una persona como un documento legítimo, para poder espiar o entrar a la máquina desde la que es abierto. Desde esta idea, el presente artículo toma el concepto para analizar los procesos sociales que se están dando globalmente en el constructo de nuevos imaginarios, conductas, prácticas culturales o percepciones del individuo. Es decir a qué le decimos sí o no en nuestra modernidad.

 

¿Cuál es el caballo de trolla?

 

Este caballo no es más que los modernos medios de difusión de las ideas, se refiere a todos aquellos medios, auditivos, visuales o escritos, mensajeros de ideas, transmisores de nuevos pensamientos, de su aceptación, de temas que a manera de doctrina van quedándose en el cuenco cultural de los pueblos, de las nuevas generaciones que, poco a poco, asimilan o rechazan entre sus nuevos imaginarios o realidades cotidianas esas ideas, antes tabú.

 

Bueno o malo

 

Tomar una postura es un asunto netamente personal, en estas letras solo se pretende dejar plasmado el impacto que sobre nosotros ejercen las estrategias publicitarias dirigidas por las distintas instituciones de nuestra actualidad. Motivando una reflexión sobre este fenómeno que repercute en la educación, relaciones sociales, familiares, laborales, es decir en todos los ámbitos de la vida.

 

Efectos del caballo de Troya moderno

 

Los ídolos de la pantalla hacen cosas espectaculares que “yo quiero imitar”, -piensan algunos-, desde allí tenemos dos chicas que se besan por no parecer anticuadas, adolescentes teniendo sexo porque las letras de las canciones los estimulan a vivirlo, chicos en fiestas con drogas y alcohol.

Películas, programas de televisión, novelas, que muestran conductas o lenguajes que se adhieren por lo fascinante que resultan.

Personajes atractivos que normalizan las tendencias sexuales distintas a la heterosexual.

Textos que conectan con los sentimientos de las personas y los hacen pensar distinto.

Imágenes que transforman las ideas frente a un tema.

Grupos con variedad de intereses por todo el mundo.

Estas y otras situaciones son las modificadoras de la conducta, promotoras de una apertura de los cambios en las dinámicas sociales, lo que está situándonos en un mundo que choca, se reconcilia, elimina o admite los temas modernos.

En este rompecabezas de temas, encontramos posturas radicales que se cierran a los medios, los regulan, restringen, atacan, los defienden, promueven, en un marco de disputas, manipulaciones, tire y afloje que coloca a este caballo de trolla en distintas posturas, según quien lo mire y con qué fines.

 

¿Cuál es su postura?

 

Sea la que sea, defendiendo, o criticando lo que hoy ha hecho este caballo de trolla en nuestra existencia, solo resta decir que, más allá de lo bueno o malo, según los condicionamientos culturales que han moldeado o no su pensamiento, hay unas reglas universales que aplican para no perderse entre tanto giro de esta ruleta de cambios.

El amor como un eje rector de nuestros actos.

El no llenarse de tantas cosas vanas, es decir, andar sin tanto peso en el camino.

Buscar que las acciones proporcionen paz y estén en armonía con las emociones.

Cuestionar y filtrar todo lo que llega a la puerta del corazón y la mente.

Ser un guardián de qué digo y cómo lo digo.

Auto-conocerme, para definir mi identidad, independientemente de la de los demás.

Evitar aquellas actitudes destructivas.

Construir espacios sanos para evolucionar, en aquellos aspectos que no permitan una interacción con los demás.

Finalmente, que seas consciente de lo que te rodea, pues saber es poder.

 

Autor: Wilmer Guillermo Acosta Pinzón. Paipa, Colombia.

Comunicador social con énfasis en lo comunitario de la universidad nacional abierta y a distancia.

w.guillermo.acosta@gmail.com

 

 

 

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