América Latina debe conocer como se vulneran los derechos de las personas ciegas en Uruguay.

 

Tú debes conocer que un país que supo ser pionero y líder en el campo de la rehabilitación de las personas ciegas y con baja visión, hoy vive su más profunda crisis…

 

EL VALOR HUMANO SOCIAL DE UN GOBIERNO PROGRESISTA.

 

Se consumó el golpe…

 El deterioro en la calidad de los servicios de rehabilitación en los últimos 14 años en Uruguay, es una realidad palpable, triste y dolorosa que afecta directamente a las personas que por diversas razones, adquieren la ceguera total o parcial.

Esta situación al parecer poco les ha preocupado a las autoridades del gobierno, pero ahora como gran corolario a la ineptitud, deciden trasladar lo poco que quedaba del Centro Cachón al Instituto Nacional de Ciegos Artigas.

Con esta medida se deja de brindar la rehabilitación en un local que reúne todas las condiciones, de ubicación, de accesibilidad, de comodidades, y con todas las implementaciones del punto de vista físico, que permite y facilita las acciones propias que requiere el entrenamiento de rehabilitación.

Se reduce el espacio físico de 1200 metros cuadrados de la calle Quesada, a tan solo 250 metros cuadrados que incluye circulación de las personas a la intemperie

¿Cómo se puede mantener así la cantidad y calidad de atención a las personas ciegas y con baja visión?

Vale entonces conocer cuál es la razón que esgrime el gobierno para realizar esta movida.

La razón es que el MIDES no está dispuesto a pagar un alquiler mensual de 4.000 dólares, y agrega que por un acto de buena administración, lleva al Instituto Artigas, del cual a partir de la última ley presupuestal, el gobierno se apropió de todos los bienes del mismo, otorgando la administración al MIDES.

Para cualquier persona no conocedora del tema de la rehabilitación, la razón esgrimida puede ser lógica y de una muy buena racionalización de los gastos.

Al parecer algo de esto, de no saber qué se tiene entre manos, le está sucediendo al MIDES, de lo contrario aún menos se puede creer que un gobierno progresista, valore tan poco a un sector de la población, como las personas con discapacidad visual.

La triste conclusión es que para el gobierno es un gasto excesivo pagar un arrendamiento que alcanzaría en todo un período de gobierno, o sea 5 años, a la cantidad de 240 000 dólares, mientras que por otra parte se convalidan gastos de notorios gobernantes que en una noche sola de celebración, gastan más que ese monto.

Nos queda por pensar, o bien que, no se sabe de la temática, o que claramente se nos considera ciudadanos de segunda categoría.

Alcanzaría con que las autoridades del MIDES y del PRONADIS, pensaran, solo por 5 minutos, qué les pasaría si el destino los tocara con la ceguera, y, con la ventaja de hoy ver las condiciones de un edificio y del otro, preguntarles donde ellos quisieran ser rehabilitados.

Siempre es más fácil decidir para otros, gastar menos a costa de otros, olvidando que la REHABILITACIÓN llegó al mundo hace 64 años, mostrando y demostrando que los gobiernos deben tomar esta especialidad, como una inversión y nunca como un gasto. Devolverle la dignidad a las personas ciegas y con baja visión, conlleva un costo que se debe asumir; el Estado Uruguayo puede encontrar en otros espacios donde aplicar sus recortes, sin afectar a un colectivo, que necesita de su consideración y respeto.

La soberbia no conduce a buen puerto, un baño de humildad sería llamar a gente que sabe del tema, demostrando así que se quiere trabajar CON, y no solo PARA las personas con discapacidad visual.

¿Dónde está la Convención de los Derechos de las personas con discapacidad?

 

Autor: Prof. Ángel Aguirre Patrone. Montevideo, Uruguay.

angelaguirre.50@gmail.com

 

 

 

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