Geriatría,
Gerontología Y Sexualidad.
Ya de nuevo por estas páginas, para charlar y comentar sobre el nombre
que le di a mi aportación a este volumen de la revista.
Agradeciendo los comentarios del trabajo
anterior (pues si llegaron ellos me alientan y me comprometen a mejorar más mi
aportación personal), esperando que este trabajo, sea motivo para intercambiar
opiniones, experiencias de como estamos, como vivimos esta etapa de vida, o,
mejor dicho como prepararnos para llegar a ella de la manera más agradable y
satisfactoria en plenitud de vida.
Creo que ya se están dando cuenta, por donde va la cosa, sí, adivinaron,
me refiero a la vejez , a los viejos y viejas, hombres y mujeres que alcanzaron
, lograron llegar a esa edad, porque muchos no llegaron a conocerla, sus vidas
se apagaron antes de esta etapa maravillosa, significativa, orgullosa del final
de la vida pues nacemos ¿recuerdan algo de ello?, claro que no, pero lo
valoramos a través de los que vemos nacer, de la infancia segunda y tercera
etapa desde que nacemos , hasta los 10 , o 12 años aproximadamente. Esto lo
valoramos con los hijos primero y después con los nietos; (sin dejar de
recordar como fuimos nosotros en esas etapas, y claro que tiene mucho
significado). Luego, entramos a la adolescencia, los incomprendidos púberes, de
los
La Geriatría es la especialidad que estudia las enfermedades propias de
la vejez, los padecimientos que se van acentuando cuando ya circulamos por
ella. Para transitar mejor esta etapa de vida, es importante hacer visitas
periódicas al geriatra, controlar la o las enfermedades que tengamos, para,
repito, vivir nuestra vejez de la manera más tranquila y alegre como etapa
final de vida. Alguna enfermedad al final nos ganará la batalla; pero mientras
tanto, cuidemos de nuestra salud lo más que podamos. A la par de esta rama de
la medicina, tenemos también la Gerontología, el estudio del envejecimiento del
cuerpo. Saber entender el por qué nos pasan o suceden ciertos cambios en el, es
porque si lo atendemos y cuidamos, con el apoyo de los geriatras, nuestra vejez
será más feliz y estable, en nuestra convivencia con el resto del medio
ambiente y sociedad.
El geriatra al igual que el gerontólogo, son dos figuras que cuando
lleguemos a los 60 años o más, debemos visitar con frecuencia, para que nuestra
supervivencia sea estable y armónica, que formemos parte de un sector de
adultos mayores contentos, alegres, reconocidos por los demás miembros de la
sociedad, como viejos y viejas, agradecidos con la vida por haber tenido el
privilegio de haber llegado a la última etapa de la vida.
Ahora hablemos de la sexualidad, algo ignorado por todos hasta por
nosotros mismos, aunque la mayoría la reconocemos, pero nos da vergüenza hablar
de ella. Por eso es mejor ignorarla y todos estamos tranquilos.
Pero, en realidad, sabemos bien que cuando se ocultan las cosas, se
reprimen o se ignoran, llegará un momento en que se nos saldrán de control y
entonces se avecina el caos y entramos en conflicto.
Yo les pregunto, claro a los que rebasamos los 60: ¿cuándo vamos al
doctor?; recuerden el geriatra o al gerontólogo, que en la actualidad se está
formando esta disciplina, en los médicos actuales con este perfil. El estudio y
del cuerpo, interna y externamente, como un todo, un ser completo y funcional
en su etapa de vejez.
¿Cuantas veces, el geriatra o doctor, les pregunta sobre su vida sexual,
si la ejercen, si la tienen?... creo que soné algo fuerte con mi preguntita,
pero esa debería ser la realidad , así como nos preguntan qué nos duele, qué
sentimos, qué comemos, etc., deberían no saltarse la pregunta ¿y qué con su
vida sexual?, ¿cómo la vive?
Esto es algo que nos atemoriza, nos da pena y decimos son cosas pasadas,
ya no puedo, no son para mí, etc. Esto es porque pensamos o simplemente nos
vamos al acto coital , cuando la sexualidad es todo lo que tenemos y nos rodea
en nuestro ambiente social, cuando los viejos entendamos que la sexualidad no
es solamente coitos, o genitales, seremos más libres de pensamiento, de sentir
y dejar salir esa parte tan importante en nuestras vidas.
La sexualidad está en todo lo que hacemos, tocamos y decimos, solo es
cosa de reconocerla y permitirnos sentirla, eso se reflejará en nuestras
personas, conductas y ante la vida.
Como si estuviéramos en la escuela, pondré un ejemplo: en la forma de
hablar, caminar, vestir, proyectamos muchísimo de lo que llevamos dentro, lo
cual nos hará ser personas , ( viejos o viejas ) de buena presencia, cálidos ,
agradables , seres con los que de gusto charlar , comentar algo con nosotros,
que demos aprendizaje a las demás personas que vienen atrás, pero como ejemplo
de un buen viejo, alegre, amoroso, afectuoso , inteligente que aprendió con la
vida, creció y está satisfecho de llegar a viejo.
El ser viejo no nos exime de tener una vida sexual, amorosa y afectiva,
esto es reconocer que la sexualidad es una forma de vivir, que desde que
nacemos y hasta que morimos, nos acompañará siempre, reflejándose en nuestros
cuerpos, actos y pensamientos, que mostramos al resto de la sociedad, de
quienes nos rodean y se relacionan con nosotros; seamos seres de calidad,
presencia y actitud, para que nadie trate de esquivarnos, de evitarnos por ser
viejos enojones, cascarrabias y gruñones. En ellos también está una sexualidad
reprimida, frustrada y mal entendida; seamos seres de guía, luz y compañía que
brindamos amor a cuanto ser se cruce en nuestros caminos, pues es sabido que el
sentimiento del amor es quien mueve al mundo, por qué, entonces, no moverlo
siempre, con gozo de ser ancianos, viejos que dejemos huella en las personas
que tuvieron y tienen que ver en nuestras vidas. Los viejos y viejas de esta
época seremos ancianos con más conocimiento y aprendizaje del tránsito por
ella, marcando las vidas de quienes nos apresuran desde atrás, como en algún
momento otros marcaron las huellas que llevamos nosotros, que nos permiten
trascender y dejar huella en quienes nos conocen, admiran y aman.
Autora: Profra. Lic. Lucía Rosalva García
Benhumea. Cuautitlán Izcalli, Estado de México, México.