Volví a nacer.
Nos
encontrábamos de vacaciones en la bella Isla de Cuba
, era el
último día que estábamos ahí, mi hija tenía dos planes: visitar la reserva
ecológica marina de Varadero para conocerla y snorkelear, paseo que le fue
cancelado, optando así por la segunda opción: conocer las Cuevas de Saturno,
como el lugar se encuentra a
Después de
pagar los boletos de entrada nos introdujimos en una cueva, bajando unos 75
escalones angostos e irregulares, llegando a una laguna formada por la
filtración de agua del suelo en rocas porosas, la gente se tiraba clavados
desde una roca, había una gran algarabía por el regocijo de las personas, mi
esposa vió un asiento que las rocas formaban, tanto el angosto asiento como el
respaldo eran rocas, pero era mejor que permanecer de pie mientras esperábamos
a nuestra hija que estaba nadando, después de unos 30 minutos ella salió del
agua y vino hacia nosotros, mi esposa se puso de pie para darle la toalla que
llevábamos; comencé a oír que sus voces se alejaban y apagaban, a perder las
fuerzas y la conciencia, hice un esfuerzo para decirle a mi esposa que me
sentía mal y unos segundos después perdí el conocimiento, no se por cuanto
tiempo, a
respira,
poco a poco aumentó mi nivel de consciencia, percibiendo la realidad en cámara
lenta y escuchando las voces lejanas, mi primer pensamiento fue ¿Cómo voy a
salir de este lugar?
Después
supe por mi esposa, que mi hija al ver lo que sucedía, comenzó a gritar
pidiendo ayuda, que en el lugar había un salvavidas que corrió hacia mi y fue
la voz que yo escuché, pidió agua, le arrebató una botella a alguien que la
estaba tomando, la vertió sobre mi cabeza, y cuando comencé a hablar me pidió
que tomara un poco.
Minutos
después me pidió ponerme de pie para subir las escaleras, yo me sentía muy
débil, pero saqué fuerzas de no se donde; con la única idea en mi mente de que
tenía que salir de ese lugar.
Desplegué
mi bastón y con la ayuda del salvavidas y de mi esposa lentamente comencé a
subir, mi esposa me dijo a tu lado izquierdo hay un pasamanos,( cosa que no
noté cuando bajamos),apóyate en el, el salvavidas se coloco detrás de mi, metió
sus manos en mis axilas para evitar que cayera y sostenerme, lentamente subía
los peldaños , a una cuarta parte de el trayecto vomité, pero me dije tienes
que continuar a dos terceras partes volví a vomitar, me dije, tienes que
llegar, al acercarme a la boca de la cueva sentí el aire del medio ambiente que
aunque cálido, ya que la temperatura exterior era de 32 grados centígrados, fue
una percepción maravillosa.
Al llegar a
la superficie terrestre, la administradora del lugar se acercó a nosotros y me
pidió sentarme en una silla bajo una palapa y nos dijo una ambulancia está en
camino, unos 3 minutos después escuché la sirena, bajaron una paramédica y una
doctora, me tomaron signos vitales, mi presión arterial era de 80/40, dijeron
tenemos que llevarlo al hospital, bajaron la camilla y me pidieron pasarme a
ella.
De
inmediato ya en la ambulancia me aplicaron una solución endovenosa y comenzaron
a monitorearme, dijeron solo podemos llevar a un acompañante, mi esposa les
pidió por favor que las llevaran a las dos, i accedieron , mi esposa me decía
de vez en cuando mis cifras de presión arterial y me describía el trazo
electrocardiográfico y yo escuchaba la frecuencia del latido cardíaco, que bajo
a 40 por minuto, dijeron puede hacer un paro cardíaco, la ambulancia aceleró,
abrió la sirena, Zigzagueó esquivando vehículos, , fue un momento tenso ;todos
callamos.
Llegamos al
hospital, nos estaba esperando un doctor que se portó muy amable, me tomaron un
electrocardiograma que el doctor comentó con nosotros y sangre para análisis,
cuyos resultados estuvieron listos en una media hora, para entonces la
hidratación había mejorado mi condición y me sentía mucho mejor, el doctor dijo
tiene que quedarse en observación por un día, le dijimos que nuestro vuelo
salía al día siguiente después del medio día y accedió a darme de alta.
Quiero
reconocer y agradecer a los servicios médicos de Cuba su eficacia y el buen
trato del personal, para el pueblo de Cuba los servicios médicos son gratuitos,
no así para los extranjeros, pero para mi tuvieron muchas consideraciones y
hubo la facilidad de pagar con tarjeta de crédito.
Como un
hecho anecdótico una Yegua llegó a dar a luz a su potrillo frente al hospital
que es rural; una vida empezaba y la mía regresaba; di gracias a Dios.
Autor: Dr.
Bulmaro Landa Quezada. Tlalnepantla, estado de México, México.