Una realidad que nos duele mucho.
En América Latina las personas con discapacidad visual, que
están en edad de trabajar, el 90% no tiene un trabajo remunerado y de las que
trabajan sólo el 10% lo hace con un contrato. La gran mayoría no tiene acceso a
seguros sociales, ni de salud, ni rehabilitación integral.
Entre los pobres la discapacidad es cinco veces mayor que
entre los ricos.
Sólo 20% de nosotros logra terminar la enseñanza básica, y
cabe mencionar que estamos MANEJANDO los índices de porcentajes más optimistas.
En América Latina los gobiernos no se hacen cargo de su
deber de garantizar nuestros derechos; a pesar de haber ratificado casi la
totalidad de los mismos,
Esta forma de abordar la discapacidad es coherente con el
modelo neoliberal impuesto en nuestros países, los que además, al centrarse
fundamentalmente en la competencia, produce nuestra segregación económica y
política, social y cultural, condenándonos a ser siempre perdedores en la
disputa por espacios y recursos.
Muchas veces se nos pretende ayudar con campañas
benefactoras que tienen un efecto nefasto al reproducir un sentido común que
nos hace ver como enfermas, incapaces de tomar decisiones de forma autónoma, de
desarrollarnos de forma independiente, ligadas al padecimiento y que no aportan
al desarrollo de la sociedad, contribuyendo a perpetuar la lástima pública y
las actitudes conmiserativas.
Somos sujetos de derechos, no objetos de la caridad ajena.
Exigimos el pleno goce y ejercicio de nuestros Derechos. Somos capaces de
auto-representarnos, y no requerimos de otro que dirija nuestras acciones o
actúe por nosotros. No estamos dispuestos a seguir dependiendo de la buena
voluntad de las otras personas; reivindicamos la toma de consciencia sobre
nuestros Derechos y el deber que el Estado y
No queremos depender del buen corazón” ni de la “buena
voluntad” de nadie, pues no es solo con el corazón, ni el mero voluntarismo que
se ejecutan políticas públicas adecuadas ni se garantizan nuestros derechos.
Tenemos derecho a la creación y al uso de los bienes
materiales y culturales. Somos hombres y mujeres, actores, creadores,
intelectuales, artistas, artesanos, dirigentes sociales y políticos,
deportistas, estudiantes, trabajadores y profesionales.
La
discapacidad NO ES el problema de individuos que no son capaces de adaptarse al
desarrollo de la sociedad moderna, sino, por el contrario, demuestra el FRACASO
DE UNA DETERMINADA SOCIEDAD QUE NO SE AJUSTA A LAS NECESIDADES y requerimientos
de sus ciudadanos.
Ya no es cuestión de empresas de beneficencia
Ya no es cuestión de caridad
Ya no es cuestión de una campaña más o de un programa menos
¿Dónde están las políticas inclusivas?
ES EL TIEMPO DE hacer las cosas por nosotros mismos, se
trata de nuestra DIGNIDAD
Es el tiempo de EXIGIR MÁS QUE NUNCA NUESTROS DERECHOS:
De nuestra AUTONOMÍA, de nuestra LIBERTAD, de nuestra
EMANCIPACIÓN
Para ello no tenemos otro camino que el de agruparnos LAS
PERSONAS CON DISCAPACIDAD VISUAL Y LUEGO SUMARNOS A QUIENES ESTÁN CON NUESTROS
MISMOS PROBLEMAS Y VAN EN
Sólo fortaleciendo nuestras Organizaciones de base, con
plena identidad y representatividad, podremos fortalecer a
Hoy más que nunca se nos hace necesario unirnos y avanzar
juntos.
Nuestro colectivo necesita de tu
opinión, compromiso y espíritu de unidad.
Autor: Prof. Ángel Aguirre
Patrone. Montevideo, Uruguay.