Nada de nosotros sin nosotros.
En
diferentes espacios se encuentra la frase, la mayoría de estas en páginas
sociales de discapacidad, “Nada de nosotros sin nosotros”, parece que tiene la
finalidad de limitar, incluso de prohibir.
Está de moda
la discapacidad; es un negocio rentable, es una situación que, con el paso del
tiempo, se va saliendo de control; pues no basta escribir o hablar del tema,
también es necesario realizar tareas efectivas para su mejor desarrollo.
¿Quién
puede hablar de discapacidad? ¿Quién elige a las personas correctas para
opinar? ¿En qué momento se puede opinar? ¿Será que solo aquellos que tienen una
discapacidad pueden realizar acciones a favor? Estas y otras preguntas nos
realizamos día con día, sin tener una respuesta, pues las opiniones son
diversas, pero poca es la capacidad de nosotros para respetar las diferentes
ideas sobre las mejoras o incluso la crítica a lo que se ejecuta y no va
generando una respuesta favorable.
Desde mi
lugar, puedo juzgar lo siguiente, el mundo, es para todos, no está dividido en
países segregados según la discapacidad, tampoco las calles o los lugares que
visitamos cuentan con las instalaciones ideales para brindar independencia; en
educación, es obsoleto el sistema usado para brindar herramientas que den
accesibilidad a la información, según los métodos que cada uno necesita para el
aprendizaje teórico, como el ejecutado. Todo lo anterior incluye a personas que
tienen discapacidad, pero también a quienes no la tienen, pues la mayoría de
los sistemas, son generados de forma general, como si todos tuviéramos el mismo
método de aprendizaje o incluso, como si cada uno de nosotros tuviera que
abandonar sus ideas y adoptar como correctas las que se nos dictan.
Si
analizamos la frase “nada de nosotros”, desde ahí, estamos aceptando que hay
una clasificación, que un grupo, el que sea, entiende y se acepta como
particular, diferente o ajeno a la sociedad, por sí solo, está eligiendo ser
diferente; además, da por entendido que algo le pertenece, lo que genera
algunas preguntas: ¿qué les pertenece?, ¿quién dijo que les pertenecía?, ¿en
dónde está estipulado el posesivo?, ¿creen que se tenga que pagar por usar lo
que es suyo?, entre otras. Si seguimos analizando, “sin nosotros”, es como
solicitar que se incluya, lo cual, desde el principio queda por sentado que
existen grupos y si así es como se desea, está bien; pero no se puede solicitar
unificar cuando se está separando y aceptando que se es diferente, no solo en
discapacidad, sino como algo general.
Según
Lo
anterior, podría ser usado como un llamado a todos, para mejorar la calidad de
lugares y de personas que vamos formando.
Por
ejemplo, una persona que usa lentes, tal vez por la sociedad no sea considerada
como una persona con discapacidad, pues ésta podría no ser tan visible, pero:
¿qué pasa cuando la persona ya no desea salir porque no ve los letreros de su
transporte? o su aprendizaje se va mermando por la poca percepción que tiene de
lo que está en el pizarrón, o incluso, en alguna diapositiva. En ese momento,
la persona si no trae su corrección visual ideal, podría tener una
discapacidad, que va limitando su vida, pone en riesgo su futuro y además su
independencia, a la que tiene derecho; cambiando la historia, esa persona
podría tener sus lentes, pero estos, probablemente no brinden la calidad que
requiere para satisfacer sus necesidades y ese sea su máximo nivel de vista que
puede tener. En ese instante, tiene una discapacidad, pero la sociedad tiene la
capacidad de cambiar la historia haciendo adaptaciones para que se pueda
brindar una mejor calidad de vida desde diversos ámbitos.
Adaptar
el mundo, empieza en cada uno de nosotros, tal vez no vamos a destruir un
edificio para hacerlo accesible, pero podemos capacitar al personal para
brindar accesibilidad e independencia en la medida de lo posible.
Para
mejores resultados, se deben sumar ideas y multiplicar manos, de manera que
“nada de nosotros sin nosotros”, se entiende como limitar a quienes desean
aportar; el trabajo debe ser multidisciplinario para otorgar efectividad, pero
también es necesaria la apertura de la mente, pues no solo quienes tienen la
discapacidad viven con ella, también para quienes no la tienen, pues deben dar
una respuesta inmediata a situaciones que tratan de la discapacidad, como
ayudar a alguien que tiene discapacidad motriz. En ese momento es un trabajo en
conjunto, lo mismo da cuando se pretende generar mejores instalaciones o hacer
una construcción, incluso, no creo que sea necesario padecer cáncer para poder
hablar de él. La inclusión es un tema que nos engloba a todos, sin importar
ninguna de nuestras características físicas o sociológicas, por lo tanto, cada
uno de nosotros deberíamos tener el mismo derecho a participar en los avances;
necesitamos respetar y que respeten nuestros trabajos y puntos de vista; para
crecer se necesita abrir el panorama y hacer equipos, no importa si tienes o no
una discapacidad, esto es para un beneficio en común, que va desde la
educación, hasta el cuidar de nuestro entorno.
“Nada de
nosotros sin nosotros”, debería ser cambiado a: “el mundo es de todos,
adaptémoslo para todos, trabajando multidisciplinariamente para
lograrlo".
Autora:
Elsa Yatzaré Soto Rocha. Naucalpan, Estado de México,
México.Licenciada en Optometría.