Influencia
del Ser Humano en el Cambio Climático.
Dicen los
sabios, que hace 65 millones de años, una bola de fuego de
De modo que
según una hipótesis que, por cierto, comparte mucha gente, hace 65 millones de
años, año arriba año abajo, un asteroide cuyo tamaño no era inferior a
Hay motivos
para pensar que son más de una, y muchas más de dos, las catástrofes y
cataclismos habidos en este planeta. Y la tierra, Gaia, que sin duda es un ser
vivo, se regenera y sigue su curso y sigue admitiéndonos.
Seguro que
los lectores han oído hablar de la edad del hielo. De esto hace más de 32.000
años. Ya existía nuestra especie tal como es hoy; pero también existía otra
especie humana que convivía con la nuestra. Eran los neandertales. Ya hemos
hablado en otro número muy anterior de la coexistencia y de la convivencia de
las dos especies humanas. Probablemente la edad del hielo, hace 32.000 años,
exterminó a los neandertales.
Pero es que recientemente, en el período comprendido
entre los siglos XVI y XVII, y parte del siglo XVIII, se produce la “pequeña
glaciación”; todos los historiadores que se precien conocen estos hechos. Ya
estamos en nuestra era. Como aquel que dice, hace dos días.
El clima, por
razones diversas, está cambiando constantemente. Yo en un principio y hasta
hace relativamente poco tiempo, sí que pensaba que estos cambios climáticos
eran cíclicos; pero he llegado a la conclusión de que no; no son cíclicos.
Creo que hay
dos razones básicas, fundamentales, por las que cambia el clima. Hay una razón
que está fuera de nuestro alcance y que obedece a circunstancias cósmicas.
Estamos en el cosmos, formamos parte de él y estamos sometidos a sus caprichos
y veleidades. La otra razón de gran peso, es la interactuación de los seres
orgánicos e inorgánicos que habitamos en el planeta. A mi juicio esta razón,
tiene bastante menor peso específico que la primera; pero tiene su peso en oro.
Y no tengo
más remedio que preguntarme: ¿Y cuando la humanidad no existía, se han sucedido
cambios climáticos, no? ¡Evidentemente! Luego, ¿Cuál es o cual puede ser el
porcentaje de influencia nuestra en estos cambios del clima? ¿Es decisiva
nuestra participación? Pues yo, pobre de mí, no lo sé; pero pienso que ponemos
nuestro granito de arena. ¿Y cuando nosotros no existíamos, quién ponía su
granito de arena? Pues a lo mejor era el inmenso océano cósmico. La tierra es
en él como una minúscula gota de agua.
Parece que en
Sabemos y no
del todo, que nuestras armas nucleares, bioquímicas y bacteriológicas, pueden
originar daños de incalculables proporciones. Se dice que la tierra será
achicharrada por el sol, que ahora es su fuente de vida. Antes, mucho antes, la
humanidad se extinguirá. Eso no lo veremos nosotros ni nuestros hijos ni
nuestros tataranietos. Vamos a intentar portarnos bien, cuidemos el planeta,
dejemos que todo siga su curso de modo natural.
Madrid, marzo
del 2019
Autor: Hilario Alonso Sáez-Bravo. Madrid, España