El oasis de los libros.
La
ignorancia supina en cualquier campo puede causar daños irreversibles, el
simple hecho de aquel transeúnte de observar a una Persona con Discapacidad Visual,
verle cruzar la calle, la actitud maquiavélica de observarle para asegurarse si
sabe detectar un hoyo, un obstáculo, si adivina cuando el semáforo cambió su
luz por todo ello,
es incapaz de ofrecer ayuda a su semejante que en condición
desfavorable puede caer, lastimarse o bien ser atropellado por un vehículo y
él, solo quedarse impávido frente a la observación. Es la secuela de maestros
mediocres, Ni hablar de quienes tuvieron acceso a una pobre o ninguna educación
o bien de buscar en la lectura la sabiduría, el valor de la tolerancia, la
solidaridad que cada libro permite a tu mente, hacia un universo lleno de nuevas ideas.
Los libros
son caudales capaces de cambiar no solo un estado de ánimo, sino también una
perspectiva de la vida y eso los convierte en un recurso inestimable para
comprender y desafiar los retos de nuestro entorno.
En el
transcurso de mi vida como Persona con Discapacidad Visual, he comprendido que
aprender a leer y escribir nunca es suficiente, es apenas el inicio de un
ejercicio de comunicación vital para el desarrollo humano. Recuerdo de niña, y
por el hecho de no ver, sin acceso a las oportunidades y a la lectura,
solicitarle a mis amigos y familiares, leerme la escuálida bibliografía con la
que contaba. Agradezco a Dios y a la tecnología el sumergirme en el universo de
los libros, tener acceso a la diversidad de obras que me regala internet, tanto
en audio como en Word, convirtiéndome en una consumidora de buenos textos y, por ende, de
obras que han dejado un vestigio profundo en mi vida.
Panamá,
es uno de esos países en donde la lectura está vedada para las grandes
mayorías, no solo por el alto costo de los libros, sino por la concepción
histórica de estrategias puntuales para mantener a la población alejada de toda
fuente de ejercicio intelectual y, por tanto, del desarrollo de sus capacidades
ciudadanas en un marco de conocimiento del mundo que le rodea. En este
escenario, donde la política, la delincuencia y los programas de televisión son
poco edificantes, no obstante, los libros y su buena lectura representan un
respiro importante para cualquier panameño; una ventana amplia e inclusiva para
oxigenar las ideas y renovar el compromiso de compartirlas.
Nada
Más.
Autora: Elodia Magdalena Muñoz Muñoz. Panamá,
Panamá.
Comunicadora
social.