Si
quieres hacer de tu hijo un delincuente, dale todo lo que te pida.
El eje trasversal de la corrupción y la delincuencia en
Panamá, lo encontramos en toda la estructura que componen el tejido social. Lastimosamente
no importa el estrato de donde provenga, el delincuente puede ser bien un pobre
como un rico, haber estudiado en
Panamá, se caracteriza por una urbe discriminatoria, y
clasista, prejuzgamos por la apariencia, si es una Persona con Discapacidad, la
consideramos minusválida, donde todos asumen el derecho de decidir su destino,
si es una mujer de vestimenta sencilla, de rostro humilde, se menosprecia, sin
embargo esa fémina tiene a su haber un vasto curriculum, envidiable para muchos
con un salario paupérrimo. Mientras que el de cuello blanco, atlético con pinta
de ejecutivo puede ser el mayor corrupto y delincuente del país.
Se quiere ignorar que los
principales cabezas de los delincuentes no están en las cárceles: están fuera
de ellas, envueltos por una sociedad corrompida, donde el dinero lava desde
currículos hasta prontuarios abriéndoles las puertas de los clubes, las
universidades, las iglesias y hasta de la justicia
Como profesional y con discapacidad visual, siempre me he
preguntado las razones del porqué, ocurre estos hechos, conozco de familias a
los extremos o muy pobres o muy ricas, donde han desafiado igual circunstancia,
visitar a su familiar a la cárcel, llenos de apocamiento
y desazón.
En el primer caso, esta familia graduó a su hijo, en las
mejores universidades tanto del país como del exterior, con títulos que le
abrió el abanico de las oportunidades laborales, hasta ocupar gerencias,
presidencias y vicepresidencias de un banco o una empresa prestigiosa, de
buenas a primeras enfrentó escándalos de pago de fraude, así como el manejo de
millones de dólares para pagos de coimas y sobornos. El otro caso, aquel chico
que de tumbo en tumbo, ni trabaja ni estudia, la madre permisiva, pensando que
si le da todo de gratis, el muchacho buscará el rumbo correcto, que alejada de
la realidad, pues eso no es la vida, hay que ganarse lo que se desea con
tenacidad, sacrificio, esfuerzo, trazarse metas y lograrlas a pulmón abierto.
Hay familias panameñas en las que la chequera está
considerada como el pasaporte al éxito y las personas que tienen dinero son
intocables, no importa cómo hayan obtenido ni cómo mantengan sus fortunas.
Por último, es el caso de un representante de corregimiento
en su rendición de gastos, no le cuadran los números y
Que quede claro:
Si no cambiamos la subcultura de valores, nunca saldremos de
la crisis que estamos viviendo, pues eligiendo nuevos gobernantes, no
lograremos erradicar el cinismo. No solo hay corruptos dentro de la clase
política y hay políticos que no son corruptos. Corrupto, mejor dicho,
delincuente, es el que se corrompe y el que corrompe; el que comete las malas
acciones y el que se las aplaude; el que las hace y el que se las encubre.
Nada Más.
Autora: Elodia Magdalena
Muñoz Muñoz. Panamá, Panamá.
Comunicadora social.