Poemas de Renée Adriana Escape.
Jesús anhelado.
Se dicen muchas cosas por Tu Día,
Aquél donde se celebra tu nacimiento….
Todos los años hay fiestas,
reunidos y prestos a la algarabía.
Bebidas, comidas y delicias… en tu nombre,
quizás, ni te piensen… mas sí a sus vestidos, elegancias, mesas y presentaciones.
Los jóvenes se divierten, bailan muy conformes,
cumplimentando la cena familiar con sus canciones.
¡Ay!… ¡qué triste es así, la Nochebuena,
cuando parece tan pagana! Celebración alegre y ruidosa,
dudando si se reza Tu Nombre, se te evoca en la cena,
mientras blasfemias y deseos vanos , cunden en algunos que osan.
No quiero símbolos ni banalidades en mi cirio encendido,
mucho menos deseo risas fútiles, de egoístas vanidosos…
Mas anhelo lo máximo… que Tu Presencia ocupe mi mesa,
alegres de corazón… recibiendo Tu Amor ¡tan pretendido!
Siéntate con nosotros… a comer nuestras simplezas,
será regocijo en nuestras almas, si Tu Mirada nos alcanza y Tu Paciencia nos dejas.
Ni arbolitos , ni obsequios frívolos esa noche quiero,
solo Tu Sonrisa, Tu Luz iluminando… cual Febo.
Mi mente compungida, y mi espíritu sediento,
junto a mi interior triste y estrujado,
se ilusionan esperanzados… en este adviento,
a que la humanidad entera, te albergue ¡en Tu Pesebre bien armado!
©Renée Escape 2018-
Los paisajes de la vida.
Cuando camino por esos sitios de antaño, con la mente y el alma,
sobre veredas rotas, que ahora se dicen antiguas,
pues el tiempo marcó… dejándoles huellas con calma,
siento estrujado el pecho, por dolorosas sensaciones ambiguas.
Mi esencia se enhiesta, para surcar todos los espacios posibles,
y evocar lo dormido… de otros tiempos ya muy lejanos.
Ay, cómo lacera el fragor interno, al saber que los transcursos sensibles,
jamás retornarán, quedando muy guardados, sepultados en celosos arcanos.
Cada etapa caminada, que la vida trazó con su destino,
dejó “engramados”, de nostalgias y olvidos.
Quise regresar para ver esa fachada vieja, pero tú, escuela, habías desaparecido.
Los paisajes tuvieron otro color y el recorrido… con mis lágrimas, otro sabor.
Alguna oportunidad tuve también, de volver a verte… casa de mi infancia perdida,
sin embargo, otros colores y arreglos, lavaron tu cara ya… inadvertida.
Hubo ocasión, cuando caminando mis senderos inciertos,
una y otra vez, en cada sitio, época, y gentío, hallé solo vacíos desiertos.
Surgieron extendiendo sus manos, solidarias almas,
quienes acudieron a mis llamados… a mis alarmas.
A algunas pude alcanzar…mas, a la mayoría solo las vi pasar.
Ay, hermano mío, imposible no evocarte con intenso amor y bríos,
si formas figura, en las estampas de mi ayer dormido.
Solo te rescato de mis recuerdos, de polvos de ayer,
mientras busco horadando, en mi interior que tiene ya, mucho frío.
En mis sueños has estado algún tiempo, diciendo que trabajas para los vientos,
mas, yo te extraño con intenso ardor… a tu cariño ausente,
a tus consejos sabios… al candor de tu presencia que… ya no siento.
Le he pedido tantas veces a los cielos, que mi ángel me lleve lejos,
donde haya paz serena y coloridos azulejos,
para que mis ojos ciegos… sepan otra vez del color, que va destiñendo,
mientras el río veloz de la vida… sigue fluyendo.
Ahora, puedo escribir y gritarle a las estrellas, que fueron alguna vez bellas.
Ahora, puedo cantarles a los pájaros, a las aguas del mar y a las alamedas,
que otrora, fueron figuras, que mi mente remeda.
Mas, todas las cosas preciadas de la naturaleza viva,
solo Duermen, en mi mente triste, formando parte… de los paisajes de la vida.
Renée Escape – 2018-
A un hijo.
La vida me regaló un retoñito algo remolón,
plétoro de vida, inteligencia y
sagacidad.
Mas aún no logro desapego, y vigilo
de refilón,
porque pese a sus grandes logros,
busca aún su finalidad.
Es entusiasta, dinámico y pleno de
ilusiones,
Pero el mundo le ofrece peligros,
tentaciones, ambiciones, temores y dudas.
Más él es fuerte, y ofrece
resiliencia, como el mejor de los varones,
seguro, sorteará con valentía todas
las verdades crudas.
Con su vigor, en ocasiones se
manifiesta insolente,
algunas circunstancias le provocan
flamear su bravura.
Mas no es más que un hombre intenso
y vehemente,
Opacándose todo, cuando sobresale su
ternura.
Quisiera para él, resoluciones…
caminos llanos,
más sé que los destinos ofrecen
senderos, que despliegan escarpas y espinas.
Será importante en esta vida
compleja, cuando su cabello se muestre entrecano,
que nada le sorprenda, ni lo
apabulle, al dar vuelta las esquinas.
Lo acompañará eternamente, mi amor
de madre,
conteniendo angustias, dolores,
desalientos, soledades y tristezas.
Extraeré para su defensa si fuese
necesario, tal sable,
procurando que su transcurso por la
vida, sean solo proezas.
Ruego a Dios que este mundo, no le
ajuste confusas cadenas,
porque ataduras tramposas de las
almas, se sirven con fiereza.
Tal cual imitar a las savias
gaviotas… que despegan de la arena,
Deseo descubra la maravilla Divina: el
poseer el espíritu libre… ¡Y con entereza!
© Renée Escape-Mendoza-Argentina
Autora: Dra. Renée Adriana Escape. Mendoza, Argentina