Yo soy sordociega.

 

Me pregunto cuántos saben ¿qué significa ser sordociego?

¿Imaginan qué se siente estar en este lugar?

Como padre, profesional, allegado, etc. Uno puede creer saberlo.

Mi mamá decía: -¡Yo sé lo que necesita!

Con esa frase demostraba que no lo intuía siquiera.

La mejor forma de interiorizarse de lo que nos pasa dentro, es preguntándonos. Podemos y debemos aprender a instruir a la gente de nuestro alrededor.

Es allí cuando aparece la mayor barrera que nos afecta, la comunicación.

¿Cómo preguntarle a un sordociego?

Primero, sin presuponer no ser comprendidos, porque el otro no ve, ni escucha. Comprendemos más de lo que pueden creer. Aun teniendo discapacidad múltiple es nuestro deber aprender a decir qué nos pasa. Hay padres que pueden entender a sus hijos igual, pero no siempre estarán presentes junto a ellos. La mejor ayuda que nos pueden dar es hacernos comunicables.

Hay diversas maneras de que entendamos nuestro entorno. A saber: las más conocidas: señas, también la voz amplificada (cerca del audífono o implante), las señas táctiles, el braille en la mano, el sistema dactilológico, el uso de tecnologías adaptadas, etc. Mediante estos sistemas se puede y se debe dar un lugar predominante a la persona con sordoceguera. Siempre necesitaremos un guía intérprete, pero este debe saber cuándo correrse y dejarnos a nosotros el poder de decisión.

No dejamos de ser seres humanos, sólo necesitamos un nexo entre el entorno y nosotros. Más allá de no ver claramente podemos decidir sobre muchas cosas, y principalmente, sobre nuestras vidas.

Las personas a nuestro lado tienen que saber esto y ayudarnos a participar de la vida. Darnos estímulos.

Tenemos que recuperar nuestro valor. Saber que podemos pensar, podemos actuar o, también podemos dejarnos morir. Es una elección y, no tan difícil, porque la idea del suicidio pasa muy a menudo por nuestra cabeza.

No dejamos de soñar y, ver nuestros anhelos concretados, es algo realmente valioso.

Sentirnos amados y aceptados por nuestro entorno es gratificante.

No perdimos el valor. Continuamos siendo hijos, amigos, familiares y todo lo que éramos antes de ser personas con discapacidad.

Hay personas nacidas con sordoceguera, y estamos aquellos que la adquirimos.

Se llama más frecuentes a los que poseen solo sordoceguera y, menos frecuentes a los que, además de ella, poseemos otras discapacidades. Se puede combinar la sordoceguera con problemas motrices, viscerales, mentales o psíquicos.

Lo cierto es que hay salida. Si nos ayudan podemos romper barreras.

Yo no tengo apoyo familiar, tampoco amistades, no vivo en mí casa. Nunca me aceptaron con discapacidad. Mi propia madre me golpeaba por que no comprendía mi entorno

. Todo el día estaba ante un televisor prendido, yo no camino y no lo podía apagar, creían que de esa manera me entretenía y, la verdad es que no podía verlo. Tengo un resto visual y otro auditivo, pero no son suficientes como para reemplazar al sentido faltante. Por esto no entendían que no viera televisión.

Muchos creen que por tener residuos no encuadras entre nuestro colectivo, pero no es así. Si un sentido está dañado, y el otro también, ninguno compensa. Por lo tanto, tenemos que usar los que nos quedan.

Pertenezco al grupo de menos frecuentes, con una discapacidad múltiple que tomó casi todo mi cerebro. No tocó la cognición. Vivo en una clínica de rehabilitación; actualmente junto a una voluntaria, Gabriela De Lauretis y Alex García, estamos formando una asociación para hacer mejor la existencia de los que estamos afectados visual y auditivamente.

Una vez leí de una persona sordociega: “cuando uno nota que no ve ni oye es como estar en lo profundo bajo la tierra. Allí no llega ni la luz, ni el ruido. Creés que no podrás respirar, hasta que te das cuenta que seguís respirando”. Creo que es la mejor definición de esta condición.

Continúo comentando qué es el guía intérprete, el que traduce entre lengua de señas, lenguaje hablado, tanto como otros sistemas de comunicación, a la vez que interpreta la visión, y nos ayuda a trasladarnos, ese es llamado guía intérprete. La interpretación de visión implica, el desarrollo del entorno, y contarle a la persona sordociega qué está pasando a su alrededor. Cuando no se puede ver y oír, el intérprete es su visión y su oído. El guía es necesario para su seguro desplazamiento a todos los lugares a los que necesita llegar el sordociego. El guía intérprete debe suplir toda la información relativa a lo que está sucediendo a su alrededor y lo que se ve.

En Suecia, existen diferentes entrenamientos para los guías intérpretes de lengua de señas para personas sordociegas. Esto incluye guía de interpretación de visión, así, como un conocimiento general de lo que es la sordoceguera. Los guías intérpretes para las personas, tienen tres labores muy importantes, que son: Traducción. Interpretación visual y guía. Algunos ejemplos: ¿Cuándo se puede usar un guía intérprete?: primero: ASUNTOS como: ir al mercado, encuentro con políticos y autoridades, ir al banco, para discutir diferentes asuntos ;también actividades organizacionales, conferencias, lecturas, encuentros, distracciones, teatro, deportes, exhibiciones, cursos nocturnos, compras, también facilitan el acceso al estudio en la universidad, En el trabajo, reuniones de información, de integración, y, por último, ante emergencias, como una enfermedad sorpresiva, en la que debe llevarle a un hospital o a urgencias. El guía intérprete, debe estar pendiente las veinticuatro horas del día. Lo más importante de una persona dedicada a esto, es ser un profesional discreto y neutral. Significa que el guía intérprete no debe dar opiniones de ninguna clase y el sordociego no tiene que pedirlas. Es el usuario quien debe decidir por sí mismo lo que realmente quiere. Las opiniones del guía intérprete, podrían ocasionar conflictos posteriores, por ejemplo: si el usuario desea comprar un apartamento, el guía, lo lleva a verlo y le hace la descripción total del lugar. Y la persona interesada decide si es conveniente o no a sus necesidades.

 El servicio del guía intérprete es muy importante en la vida de una persona sordociega, porque hace posible la inclusión de él en todas las actividades de la vida social, y la adquisición de la seguridad e independencia para ser capaz de manejar su propia vida.

 

Alex, nuestro maestro brujo

 

Si decimos esto es porque a raíz de sus enseñanzas sobre sordoceguera es que Gabriela Laureti y yo estamos aprendiendo a transmutar algo malo, como la pérdida de vista y oído, en una forma de cambiar vidas.

Es cierto que uno continúa viviendo aún sin esos dos sentidos. Lo que yo no sabía era cómo. Alex nos enseña esto.

Gabriela es voluntaria, ella no posee discapacidad. De igual manera se suma a esta aventura en la cual tratamos de romper paradigmas.

Ser sordociego es difícil, estamos de acuerdo en eso, lo que sí se puede es mejorar nuestra existencia, y eso es lo que aprendemos ahora: Transformamos en algo bueno una situación verdaderamente muy difícil.

Yo soy una persona que además de ser discapacitada visual y auditiva, tengo afectados mis cuatro miembros. No vivo en mi casa. Un sordociego debe estar acompañado siempre y carecemos de lugares para habitar.

 Nos debemos conformar con geriátricos o psiquiátricos.

Las personas sordociegas necesitamos, sí o sí, de terceros. Para muchos no seremos independientes nunca, si es que eso implica salir solo, hablar con la gente y demás. Bueno, nosotros dependeremos de un guía intérprete, alguien que nos explique el mundo. Necesitamos de un mediador entre el exterior y nuestra vida. No por eso nos es imposible elegir lo que queremos o no, también sabemos a dónde queremos ir, lo que podemos hacer, y, eso también es independencia.

Somos nosotros los que decidimos.

Yo me pregunto, y quiero que me respondan: ¿Cuántas personas con sordoceguera hay en nuestro país? Gente que no sabe cómo comunicarse y, tal vez, desconoce de su pérdida auditiva y visual.

 No significa ser sordociego carecer de residuos. Yo veo un poco y escucho de un lado algo, utilizo audífono. Sin embargo soy sordociega. Porque no compensa la vista la pérdida auditiva.

Sentimos y pensamos. Tenemos que aprender a movernos en un mundo al que no vemos ni oímos ¡Es posible! Solo tenemos que intentarlo.

mate a nuestro proyecto.

Autora: Laura Trejo. Buenos Aires, Argentina.

agostinapaz2016@gmail.com

 

 

 

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