¿Quién es Carlos Castaneda?

 

 Carlos César Salvador Arana Castaneda, Nació en Cajamarca, al norte de Perú, el día 25 de diciembre de 1925. Se doctoró en antropología en Ucla, California, y su tesis doctoral versó sobre la brujería de don Juan Matus, un indio yaki Mexicano. Murió en Los Ángeles, el día 27 de abril, de 1998. Vivió 72 años. La causa de su fallecimiento fue un cáncer hepático. Esta es tan solo una sinopsis de la biografía de un personaje mítico, cuya existencia real es discutida por muchos expertos de la antropología, de la brujería y del esoterismo. Los lectores ciegos tenemos a nuestra disposición su obra en la biblioteca argentina de Tiflolibros, Y aquellos que amablemente nos leen acercándose a la Web de esta revista, pueden encontrar esta obra en cualquier librería que se precie de tal.

 Y ahora la pregunta que inevitablemente surge es: ¿Existió realmente Castaneda? Y cada vez que pongo Castaneda el corrector salta alarmado. ¿Y si pongo Castañeda? Pues si pongo Castañeda, resulta que no; que no salta. ¿Y eso por qué? Pues muy sencillo: La letra eñe, que no el sonido eñe, no existe en casi ningún idioma. Los teclados universales generalmente no la tienen. Este teclado que es y está en español, sí que la tiene. Se dice, que en realidad el antropólogo de referencia es Castañeda y no Castaneda. Que, a mi juicio, sí que existió, porque se puede demostrar documentalmente; ahora hablaremos de ello, y que, cuando escribió su obra, básicamente en los años 60 al 70, los procesadores de texto, no tenían la letra eñe. Pienso, en todo caso, que esto es anecdótico, y lo que me importa glosar en este breve trabajo es la importancia de su obra, desde un punto de vista antropológico, y, por qué no, también desde un punto de vista brujeril y esotérico.

 Y, aunque el corrector me salte, diremos siempre Castaneda y no Castañeda.

 Este buen hombre, que ha vendido y sigue vendiendo millones de libros, en un principio, basa la brujería de El Mexicano Juan Matus, en las plantas alucinógenas. Sobre todo en el poder de los hongos. Gracias al poder alucinatorio de los hongos, se puede llegar a estados alterados de conciencia y a éxtasis, posiblemente comparables a los éxtasis de los místicos, que entraban en trance. Con este tipo de plantas se pueden recorrer distancias increíbles y tener todo tipo de visiones. Hay muchos artistas que se han inspirado en los trabajos de Castaneda.

 Y yo me pregunto: ¿Ingería él o esnifaba estos alucinógenos? No tengo ninguna duda. Él convivió con los naguales mexicanos, y, para poder realizar su obra con una mayor fidelidad y brillantez, tomaba también, como ellos, plantas alucinógenas. Infiero yo, que esta es, muy posiblemente, la causa de su cáncer hepático. La droga, cuando se ingiere en grandes dosis, deja secuelas, y resquicios. Yo he sido fumador empedernido, y no arrepentido, de tabaco, que, evidentemente, es una droga, y no me he limpiado totalmente. ¡Seguro que no! Castaneda, dejó de consumir plantas alucinógenas, pero, pienso que no se pudo desintoxicar bien. En la segunda parte de su obra, ya no hay hongos, pero sí hay un contenido importante de sabiduría.

 El Investigador español Manuel Carballal, Publica un libro que titula, LA VIDA SECRETA DE CARLOS CASTANEDA, en el que demuestra, de una manera documentada y exhaustiva, que el tal antropólogo peruano, sí que existió. He podido comprobar la discrepancia que hay en Wikipedia entre el investigador Manuel Carballal y lo que refleja la propia Wikipedia.

 Hay que decir también que, los trece libros que supuestamente escribió Castaneda, se escribieron en inglés de los Estados Unidos. Él siempre, con el nagual Juan Matus, se expresó en español. Hasta 1990, su obra no fue traducida al castellano. Esto quiere decir, que su público no era precisamente público latino.

 Hasta donde yo sé, sus trabajos actualmente se pueden leer en diecisiete lenguas. Y es curioso, porque Castaneda hace desaparecer al personaje protagonista de su obra, Juan Matus, arrojándole a un abismo de varios cientos de metros. No lo tira él; se lanza al abismo el propio Juan Matus que está drogado.

 Y todos nos preguntamos: ¿Existió realmente Juan Matus? ¿Don Juan? Bueno; los estudiosos y biógrafos de Castaneda, dicen que sí, pero que ese no era exactamente su nombre.

 Todo lo que escribió Castaneda, es de muy fácil lectura. A mí, particularmente, los trabajos que más me gustan, son EL DON DEL ÁGUILA y EL LADO OSCURO DEL INFINITO. Creo yo que en esta parte o tramo de su obra, ya no tomaba plantas alucinógenas.

 Entiendo que esta forma de enfoque de la vida de Castaneda, es interesante, porque aborda un sentido en el que el sentido común, que dicen que es el menos común de los sentidos, se impone con fuerza, y la realidad y la ficción se funden y se confunden.

 La intuición y lo estrambótico, conviven y, el autor o lo que sea, se ha transformado totalmente.

 Don Juan Matus, era un chamán. Los chamanes proceden del Asia Central; parece que de Siberia. También existen en algunas zonas de América Central y de la parte sur de México. Seguramente, América fue visitada por otros pueblos con anterioridad a la colonización española. La proximidad entre América y Asia, por el estrecho de Bering, facilita y facilitó el contacto entre pueblos de ambos continentes. El chamanismo, es una forma de brujería; pero todos los modos de brujería, tienen un punto común. Es el fin, el sentido, la filosofía de vida. Es la transformación alquímica. Es el espíritu. Es la purificación.

 

 Madrid, septiembre del 2018.

 

 

Autor: Hilario Alonso Sáez-Bravo. Madrid, España.

hilario-conchi@hotmail.com

 

 

 

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