¿Para bien o para mal?
En julio se
llevaron a cabo elecciones federales en México, contendieron partidos que por
decadencia o por mal prestigio, formaron alianzas, 2 candidatos independientes,
esto es sin representar algún partido y un partido de izquierda radical que se
formó hace 12 años, con una copiosa participación de cerca del setenta
porciento del padrón electoral, sorpresivamente el partido de izquierda ganó
con el cincuenta y tres porciento de votos, y no solo eso, sino que obtuvo una
mayoría absoluta en el congreso, por supuesto se trató de un voto de castigo
para gobiernos federal y estatales corruptos.
Si bien el
gobierno entrante recibe un país que ha hecho esfuerzos por modernizarse y ser
competitivo en el contexto internacional, habiéndose llevado a cabo reformas
educativa, energética y hacientaria, también es presa de impresionantes niveles
de deshonestidad generalizada, violencia despiadada, empoderamiento,
infiltración y crecimiento desmedido del narcotráfico, todo esto en un contexto
internacional de incertidumbre política, económica y financiera.
Por todo lo
anteriormente expuesto subyace en la población una creciente sensación de
incertidumbre y temor a las medidas que el gobierno entrante ha anunciado, las
clases más necesitadas abrigan esperanza, la clase media que es el sostén
económico del país se encuentra muy preocupada padeciendo una inflación
desmedida no aceptada por el gobierno actual, despidos masivos, carencia de empleos,
inseguridad y violencia, los empresarios y dueños de grandes capitales, por
supuesto están a la expectativa, haciendo planes en caso que se vean afectados.
Deseamos
que el cambio sea para bien, por supuesto que dodos experimentemos bienestar y
seguridad sin ver mermado en nivel de vida que tenemos.
Autor:
Bulmaro Landa Quezada. Tlalnepantla, Estado de México, México.