Me equivoqué al esperarte…

 

No me arrepiento de haberlo hecho. A nadie hubiese podido querer como a vos.

No volvió tu figura a encontrarme, no fui yo la elegida para recibir tu amor.

Me equivoqué tal vez al nacer lejos de la única persona capaz de hacerme feliz.

Fue todo un error.

Aferrándome a la mera ilusión de volver a verte aguanté una tras otra navidad.

Cuando todos brindaban, yo en vos pensaba y a una estrella le decía: ya falta menos.

La rutina del trabajo era más llevadera pensándote.

Las mañanas brillaban con fuerza, las noches no eran tan oscuras.

No, no me arrepiento de haberte conocido y menos todavía de haberme confundido.

El tiempo que duró este error fui feliz imaginando que el final sería distinto.

No me arrepiento, solo deseo cerrar los ojos y soñar con vos de nuevo.

Entrá de nuevo en mi vida, te lo suplico.

Quiero creer que algún día las flores de mi jardín volverán a reverdecer.

Volvé, te lo suplico y de esa forma las mariposas revolotearán a mi lado nuevamente.

Sé que me equivoqué al quererte pero ¿si hacemos como que nunca pasó nada?

¿Si regresás y todo comienza de cero?

Te aseguro, jamás diré que te quiero. Solo déjame volver a observarte.

En secreto, dentro de una cajita en el fondo de mi pecho guardaré el secreto que esconden las palabras que solo guardé para vos: te amo.

 

 

Autora: Agostina Paz. Buenos Aires, Argentina.

agostinapaz2016@gmail.com

 

 

 

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