La discapacidad, objetivo impostergable para el Nuevo Presidente.
El próximo Presidente de la República de Panamá,
debe tomarse en serio y como tema de Estado, la situación de las Personas con Discapacidad;
ya está bueno del discurso demagógico, que a las Personas con Discapacidad se
les tome de bandera política, favoreciendo a unos pocos.
Los resultados saltan a la
vista, altos índices de Discapacitados en estado de penuria, mendicidad,
indigencia, donde sus necesidades y pobreza aumentan día a día.
Demandamos de una real y
efectiva revolución sobre el enfoque de la Discapacidad:
priorizar en tecnologías, sustentándose en una visión de desarrollo, equidad y
oportunidades laborales, frente a los elevados índices de desempleo. Países
como Colombia, México y España, ya cuentan con la licencia gratuita para el uso
del programa lector de pantalla para las Personas con Discapacidad Visual,
facilitándoles el uso de la computadora a miles de ciegos, sin embargo, Panamá
ni se ha enterado.
En cuanto al alto costo de
la vida, hace poco, la APEDE
decía que Panamá figura entre los países más caros del mundo, lo que no es
equiparable con los bajos salarios de los panameños, que alcanzan solo para
subsistir. Todo va en aumento, nada baja de precio, y las Personas con
Discapacidad no escapan de esa realidad. Al Gobierno que viene, le corresponde
sentarse seriamente a discutir el tema de desempleo con todos los actores
interesados, a fin de buscar una alternativa a esta situación, que se hace
insostenible para las Personas con Discapacidad.
Proponemos que se garantice, mediante ley de la República, que a las
Personas con Discapacidad en periodo de jubilación, se les otorgue el 100% de
sus pensiones, de suerte que a futuro puedan sufragar sus gastos, generados por
su propia Discapacidad, pues no es solo cargar con la discapacidad, también es
imperativo sobrellevar la enfermedad generada por la propia vejez.
En ciudad de Panamá, la Persona con Discapacidad
es un pasajero más, movilizándose entre bocinazos, frenadas y arranques, roces,
empujones y (pocas) disculpas, dentro de una urbe que crece vertiginosamente y,
con ello, la inseguridad, ausencia de solidaridad e insensibilidad, producto de
la falta de acciones de Instituciones Estatales diseñadas para romper con estos
paradigmas arcaicos; sin embargo, encontramos autoridades que miran hacia otro
lado, mientras que se engrosan las planillas de técnicos y expertos en
Discapacidad, sin dar sus verdaderos frutos. Proponemos la exoneración de
pasajes, tanto para la Persona
con Discapacidad, como para los adultos mayores, como ya ocurre en otras
latitudes del mundo.
Ahora bien, de lo que se
trata, es de defender una genuina política pública sobre el tema de
Discapacidad, tiene que ser un compromiso público del próximo mandatario de la República, con gente
responsable y comprometida, eso sí, con una activa participación de las
Personas con Discapacidad. Nombrar actores identificados con la población
vulnerable, como lo es la
Discapacidad, sin influencias partidistas, amigos de los
amigos, compadrazgos o nexos parentales, olvidándose del sujeto, quien es la Persona con Discapacidad
y, como resultado, convirtiéndose en objeto e instrumento de las ambiciones personales de muchos.
Autora: Elodia Magdalena Muñoz Muñoz. Panamá, Panamá.
Comunicadora social.
elodia1141@gmail.com
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