Aprender a amar.

 

Él la miraba inquisitivo, insolente inclusive. Mientras, Yami actuaba desentendida. Enric insistió muy firme.

Finalmente logró su cometido, amparado por lo solitario de la Editorial, ya que los empleados se habían retirado y Yami terminaba unos archivos para corregir… debido a que el trabajo acumulado era demasiado.

Esa noche, los gritos se ahogaron entre las estanterías, los papeles, los libros, los escritorios, y las mamparas, que ofrecieron solo complicidad al atacante.

 Enric había sido despedido recientemente de esas oficinas, por insolente e incumplidor. Había insistido en quedarse unas horas más, para “saludar” a algunos amigos.

No se lo pudo ubicar posteriormente en la provincia, después de las denuncias policiales realizadas.

Diez meses después, Yami acunaba apretando contra su pecho, la desilusión intensa provocada por el engaño y la violencia procaz.

Los años transcurrieron imbuidos en el sacrificio, la soledad y la discriminación por el ataque que le habían infligido.

Fue difícil vivir, y conseguir trabajar abandonando los estudios. Así como el huir de casa por el reproche, que en muchas circunstancias, se tornaba insoportable, debido a que ella se había negado a abortar, sumado a los tratos injustos hacia su niño.

El tiempo le fue otorgando templanza y la seguridad necesarias, para ordenar su vida, encausarse en un trabajo estable, y estudiar durante las noches. Pretendía ofrecerle a su niño, ejemplos, una imagen de moral adecuada Y buenos principios.

 Sin embargo las escuelas suelen ser crueles. Tienen personajes, que se movilizan al son de cantares populares, y algunos traicioneros, llegaron a los oídos de Federico.

“¿Yo soy un pecado, mamá?”

Yami comprendió que su actitud debía modificarse. No podía culpar de ese modo a su niño, de errores que solo la sociedad cometía.

Armándose de valor y de esperanzas, decidió dar un giro a sus vidas.

 Éste se trataba tan solo de... Aprender. Aprender a ejercer. Aprender y hacer propio, el significado exclusivo, el sentido mágico de la palabra más amplia y pura... Aquélla... la del “AMOR”.

©Renée Escape – 2018-

 

Autora: Dra. Renée Adriana Escape. Mendoza, Argentina

rene.escape@gmail.com

 

 

 

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