¿Qué es un médico de atención primaria?
Un médico de atención primaria o un médico de
familia en España, es un facultativo que ha reemplazado al antiguo médico de
cabecera.
Son los médicos que te curan un catarro, una neuralgia
o migraña o cefalea, pueden curarte un esguince, una gripe, incluso una
neumonía, alias pulmonía, una infección vírica o bacteriana, etc. Pueden
curarte todo lo que hoy se puede curar. Son los llamados médicos clínicos,
médicos de medicina general. Pueden curar todo lo que está a su alcance,
siempre que cuenten con los medios adecuados para poder curar.
Pero el trabajo especializado, el trabajo en
compartimentos estancos, ha producido la especialización. Los ingenieros
industriales se especializan en variedad de materias o ramas, los maestros de
enseñanza primaria también, y no digamos nada de los ingenieros informáticos.
Es evidente que los principios de la informática se hallan en las matemáticas.
Y de ahí, toda una diversificación de ramas que cada vez son más numerosas.
Los médicos, obviamente también se han
especializado, ya que siendo el cuerpo humano una máquina harto compleja,
parece que no tiene un tratamiento simple. Y así tenemos especialistas del
corazón o cardiólogos, especialistas de pulmón o neumólogos, expertos en el
tratamiento del cerebro o neurólogos y, a su vez, especialistas de las
enfermedades psíquicas en sus aspectos orgánicos que son los psiquiatras. Y
podríamos seguir, y seguir y seguir interminablemente. Tenemos hasta alergólogos
o especialistas en enfermedades alérgicas y geriatras o gerontólogos,
especialistas en enfermedades de senectud o ancianidad.
Todas estas especialidades han contribuido y
contribuyen a dar un tratamiento más fino, más depurado a las enfermedades que
afectan a los diferentes órganos o sistemas orgánicos del cuerpo humano. Se
trata de trabajar de un modo más concreto, más específico y más riguroso, la
parte afectada incluso de cada órgano. Y así, por ejemplo, podemos ver, cómo el
cáncer que es como una rebelión de las células, tiene según los casos,
oncólogos, y hematólogos. Estos últimos, tratan el cáncer llamado linfoma, y
también la leucemia o cáncer en la sangre, con implicaciones medulares
importantes.
Y yo, ¿Por qué razón me extiendo en estas
explicaciones? ¿Por qué voy tan lejos? ¿Dónde pretendo llegar? ¿Dónde quiero ir
a parar?
Pues muy sencillo: El papel de los médicos de
atención primaria o médicos de cabecera, está quedando capitidisminuído. ¿Y es
que yo soy médico? Para nada. Yo soy un paciente y muy paciente. Y como tal,
veo el cambio tan complejo y tan mal estructurado de la sanidad, que ha tomado
un aspecto burocrático, podríamos decir, “burrocrático”, lo entrecomillo,
impresionante. Y me explicaré:
En mi país, la atención sanitaria tiene una
intrincada estructura administrativa que yo califico como espantosa. La sanidad
pública que es mayoritaria, universal y gratuita, coexiste con la sanidad
privada. A su vez, hay dos tipos de sanidad privada: Una que se imparte a
través de compañías o seguros médicos, como igualatorios y otra privadísima
para élites y gente adinerada. De la sanidad pública, nos beneficiamos
prácticamente todos, porque su tecnología en todos los sentidos, es la mejor.
No puedo establecer porcentajes porque carezco de datos estadísticos; pero sí
puedo afirmar de modo categórico, que la inmensa mayoría de ciudadanos muere en
establecimientos sanitarios públicos y que las intervenciones complicadas se
practican en dichos establecimientos.
Creo que tenemos una sanidad pública de las
mejores del mundo. Algo bueno teníamos que tener, ¿No? Pero, ¡Cuidado!
¡Cuidado!. ¡Que nos la estamos cargando!
Tenemos 17 territorios autónomos que quieren
parecerse a estados de una federación, pero que no lo son. El estado ha
transferido la sanidad a cada uno de estos 17 territorios autónomos o
autonómicos, y cada territorio tiene una práctica y una mecánica sanitaria un
poco diferente. La mecánica o gestión diaria burocrática y administrativa se va
haciendo más grande, y esto, complica el buen funcionamiento.
Y lo que yo quiero decir, es que el papel de
los médicos de atención primaria o médicos de cabecera, debe seguir siendo
fundamental.
Faltan médicos. No se trata de que no haya
suficientes facultativos, y sí sucede que muchos médicos no tienen trabajo y se
van a trabajar a Suecia o al Reino Unido, donde por cierto son muy bien
mirados, tratados y pagados. Se echa en falta una racionalización de la gestión
pública sanitaria.
El Doctor Fumador, uno de los máximos
responsables de la organización médico colegial española, Declaró a la radio
pública, que en los últimos años han salido a trabajar al extranjero unos
12.000 médicos.
Los médicos de atención primaria o de cabecera
se han convertido en expedidores de recetas y de volantes, que ahora, por
cierto, se llaman partes interconsulta. Según dicen ellos mismos, el 40 por
ciento de su trabajo, es pura burocracia. Tienen un exceso de pacientes en sus
consultas y esto redunda en perjuicio de su trabajo, de su buen trabajo y de
una adecuada atención al paciente.
Pregunto: ¿Hay alguna posibilidad de que los
políticos de los distintos partidos se pongan de acuerdo y alguna vez se haga
un pacto por la sanidad pública y por la educación?
Madrid,
junio del 2018
Autor: Hilario Alonso Sáez-Bravo.
Madrid, España.