Malas vibraciones.

 

¡Qué triste es la vida cuando se transmiten!,

Malas vibraciones que salen del alma;

el rencor y el odio el cual nos embarga,

es como los ecos que la voz repiten.

 

La gran amargura que muchos descargan,

Es como un veneno que sin fin inunda;

más está el remedio en la paz profunda,

que nos da el sosiego, la dicha y la calma.

 

Si buscando el bien somos más felices,

Nos sentimos libres, buenos y dichosos;

Renovando el aire, destruyendo males,

Veremos el mundo mucho más hermoso.

 

Si nuestros vacíos logramos llenar

Con buenas acciones que nos satisfacen,

Haremos la vida grata y eficaz,

Viendo en nuestro entorno, que la paz renace.

 

Se llena el vacío de nuestro interior,

Se extinguen los rasgos de nuestra amargura;

Si allá donde estamos sabemos sembrar,

La buena semilla que da la ventura.

 

Si lo que acontece nos da sufrimiento

y de este desvío no somos culpables,

 No solucionemos tan tristes momentos,

Echando la culpa al más vulnerable.

 

Son cosas que siempre hay que superar

Luchando valientes con la desventura

Si nos proponemos vencer y ganar,

Al fin lograremos la paz y cordura.

 

 

Con estos versos, quiero destacar la amargura de los que no saben sobrellevar,

las dolencias que hay en este mundo, lleno de ingratitudes y rencores;

pero de modo paralelo, si nos esforzamos podemos encontrar, rasgos inesperados de bondad

y altruismo, que están más o menos ocultos en nuestra sociedad; pero existen.

¿De qué sirven el bienestar y las riquezas, si no las sabemos compartir

 ayudando de un modo u otro, a quien más lo necesita?

 

Es como si estuviéramos solos en nuestro entorno, sin saber si alguien nos aprecia,

O solo nos respeta y adula, por si puede alcanzar algo de nosotros;

buscando alguna migaja del poder que nos rodea.

Da pena ver gente que no valoran la alegría de vivir,

la bondad de quienes se dedican a ayudar a los demás,

el bien hacer de cuantos se sacrifican viviendo en ambientes hostiles,

arriesgando su vida para mantener la paz en las regiones azotadas por la guerra…

 

A pesar de las convulsiones que existen en el mundo,

si cada cual llenara su espacio vital haciendo lo contrario

Y transmitiendo fe y esperanza, amistad y buenas vibraciones

Cada cual en su entorno, el mundo acabaría siendo muy distinto de lo que es ahora.

 

 

Autora: Puri Águila González. Barcelona, España.

puriaguila@gmail.com

 

 

 

 

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