Los muertos de corazón.

 

Sabios, dispuestos a sus verdades,

Encaran sobre el más débil, sus imperativos.

Mas la soberbia enceguece sus maldades,

sembrando en ingenuidad fértil, sus testigos.

 

Dios sabe leer los escritos,

El Señor tiene la Claridad.

Su Amor infinito es Bendito,

Y Él es el único dueño de La Verdad.

 

Hostiles fustigan en ataques,

A vulnerables, lamentablemente dispuestos.

Ellos son  seguros, en convertir al otro en empaque,

Con razones que justifican, e introducen en impuestos.

 

¡Ay, qué dolor se siente! ¡Ay pensándolos, como amigos!

Amables parecían cuando, una sonrisa afable envolvían,

Pero enseguida la envidia y el despecho convirtiose en instigo,

Sorprendiendo al ingenuo que aún los quería.

 

Mas el Cielo todo lo puede con absoluta claridad,,

Mas la justicia no perdona deudas, marcando la leña, 

Y si piden solidaridad… o quizá caridad,

Que se fijen quién lleva en el alma la cureña.

 

Sin piedad atacan exigiendo,

Aprovechándose del que apenas puede salvarse,

Pidiendo mas y más sin ver cómo se está sufriendo,

Encarnizados  sobre el que ya no puede todavía marcharse.

 

Es que apremian las sobresaliencias, los logros que den satisfacción,

A lo propio, lo estrujan sobre débiles enfermizos,

Sin importarles ni encontrar su aflicción,

Solo el lograr sus esquemas para el propio eternizo.

 

¡Ay”, Hoy siento mucho dolor…. Éste me socava muy hondo,

¡Ay, cuánta angustia en el alma desprevenida!

Siento que otros hayan ya mitigado su candor,

Dejándome mal presta y desavenida.

 

Es triste encontrarlos en la senectud,

Con los corazones envejecidos y tan duros,

Mas elevan estandartes de juventud,

pero ya lo imposible, les ha quitado del alma lo puro.

 

Mas yo he de defenderme,

Siendo los últimos esfuerzos de mi aprendizaje.

Pues no permitiré más el ofenderme…

A sus egos… aprenderé a olvidar, emprendiendo muy pronto mi viaje.

 

©Junio 2018-Renée Escape 

 

Autora: Dra. Renée Adriana Escape. Mendoza, Argentina

rene.escape@gmail.com

 

 

 

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