EL NEGRO OSCURO DE LOS CIEGOS.
Dios… Dios sagrado, sabes bien quiénes somos tus ciegos,
Conoces nuestras negruras y nuestras almas oscuras.
¡OH Dios! Tu Nombre Sagradísimo imploro en el dolor….
Pues me has colocado en un mundo oscuro, de tinieblas densas,
Donde los abismos se perfilan y los desfiladeros son muy finos.
¡OH, Dios! Creo que si Luz hubiera en alguno, yo la encontraría…
Mas este planeta solo tiene oscuras mentes de quienes lo habitan.
Quisiera ser mariposa, o quizás un colibrí….
Quisiera volar sobre los colores, los brillos de Luz buena,
De esas iridiscencias que los ciegos desconocen,
Pero no por ciegos, sino por oscuros de mentes negras.
Sus egoísmos, sus inseguridades, sus afanes de sobresalir,
Les hacen dar manotones, esfuerzos de ahogados desesperados,
Pisando a los que creen débiles, atravesando, aplastando al que es educado.
Atrevidos avanzan osados, imponiendo conceptos, imponiendo su presencia vana,
Pues del fango estéril, nunca podría brotar flor alguna,
ni enseñanza pura que perfumara siquiera.
Y de aquellos que ven la luz, pero son más ciegos aún…. ¿Qué me dices Dios mío?
Ésos son, sí, los peores, pues ven y no pueden hacerlo por su ceguera mental,
Ni mucho menos con la espiritual.
Dios Sagradísimo, guárdales un sitio en otras dimensiones,
un sitio para los negros oscuros ciegos de la bruma.
Por favor… Guárdales un sitio para que cuando tengamos que partir,
ellos no nos puedan alcanzar.
Que sus oscuras almas vaguen por su propia densidad, sin dañar…
al no prevenido, al inocente, al no entendido.
Que sus garras de cuervos y águilas de rapiña,
no saquen más ojos a los ciegos de almas videntes,
Que sus brumas no cubran luminosidades,
de aquéllos, que transparentes pueden aún ver los colores….
De los colibríes, y de las mariposas que se posan en las arboledas bien verdes.
Que Tu Paraíso Infinito y Sagrado, nos aguarde, Dios mío…
Nos aguarde y… albergue al fin.
©Renée Escape – junio- 2018-
Autora: Dra. Renée Adriana Escape. Mendoza, Argentina