Laura Trejo nació en buenos aires, el 10 de Abril de 1974.

Iniciada la carrera de Medicina, se vio truncada por su salud. Se casó y tuvo un hijo.

A los 23 años, y a raíz de una crisis severa de asma, quedó en estado de Coma cuatro durante 6 meses. Al despertar No podía moverse, tampoco veía ni escuchaba bien.

Como suele suceder en las novelas, ante esa situación su marido le informó que estaba de novio con la chica que había sido su mejor amiga.

Le siguió un largo periodo de rehabilitación, antes de ser derivada a un establecimiento geriátrico, a sus 24 años. Allí estudió psicología para demostrarse que su parte cognitiva estaba intacta.

Logró salir de allí e ir a vivir siete años con sus padres, en los que creía no servir para nada y recibía violencia física.

Al enfermar su padre de cáncer, ella fue internada nuevamente, pero esta vez, no solo su cuerpo tuvo que ser rehabilitado, también su psiquis.

Recuperó 25% de su ojo derecho y parte del oído izquierdo.

Escribía en forma manuscrita cuentos que ofrecía a los familiares y amigos. Al tiempo les escribió una obra de teatro a un grupo de chicos Down.

Fue recién al conocer y llegar a la Biblioteca Pública, Pop                   ular y Parlante “Nuevo Ser”, en el Municipio de San Martín, donde supo la existencia del programa lector de pantalla Jaws, y que Edgardo González, quien dicta los cursos, le dedicó una atención especial ante sus serias dificultades para usar el teclado, ya que apenas mueve el brazo izquierdo y algunos dedos.

Su afán de superación, su infinita voluntad hicieron posible que dominando la computadora, pudiese teclear y luego publicar su libro titulado “Aprender a volar “, mediante la Editorial Dunken, en el cual metafóricamente narra sus vivencias. Para ello, fue significativo el contar con el apoyo de la profesora Lourdes Siman. En la actualidad sigue escribiendo otras obras. Suele firmar empleando el seudónimo “Agostina Paz”, mientras continúa internada en una clínica de San Martín.

Su visión actual es de 5%. Escucha muy poco y se comunica mediante computadoras. Está aprendiendo a sentir las palabras en la palma de la mano, pues ante el inexorable avance de la hipoacusia está incursionando en el campo de la sordoceguera. Lo que significa que claramente jamás bajará sus brazos en la lucha por disfrutar de su vida.

Su Mail: agostinapaz2016@gmail.com

 

 

 

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