El arte es un elemento potenciador
de capacidades cognitivas en las personas y más aún en los niños, puesto que si
lo entendemos como la “manifestación de la actividad humana mediante la cual se
expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado
con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros”[1], se puede
afirmar que es la herramienta apremiante para desarrollar las múltiples
inteligencias; ejemplo de ello sería el instante en que se estimula la
inteligencia musical de los niños mediante la clase de música que se da en
instituciones preescolares, escolares y de enseñanza media.
En otras palabras, en el momento
que se contribuye a explotar las capacidades del infante o adolescente por
medio del canto o un instrumento musical, se puede hablar de que a posteriori
su inteligencia musical será tremendamente estimulada.
Otra clara demostración de la
estimulación de las múltiples inteligencias a través de la educación a partir
del arte, es cuando, por ejemplo a los niños dentro y fuera del aula se motiva
el desarrollo de sus aptitudes para la recitación, poesía o escritura; es allí
cuando se estimula la inteligencia lingüística, puesto que a futuro se les
otorga elementos necesarios para potenciar sus capacidades de redacción,
expresión oral, interacción social, entre otros; esto se lo podría lograr
cuando en el aula se realizan ejercicios de redacción, composición,
declamación, etc.
En definitiva, el arte puede ser implementado como el vehículo a través del cual se puede potenciar la educación y sobre todo llegar a los niños con un mensaje claro y de fácil asimilación; dicho en otros términos, el arte permite que la educación sea apreciada
[1] Diccionarios Microsoft
Encarta 2006.
Autor: Lcdo. Lenin Alejandro Carrera Oña. Quito, Ecuador.