El filósofo español, José Antonio Marina, es
el autor de un ensayo que titula “EL LABERINTO SENTIMENTAL”. En el ensayo, dice
Marina que el amor es una suma de sentimientos. Yo, la verdad es que no encuentro
una definición que me satisfaga. Diría que es un sentimiento indefinido e
indefinible, muy difícil de explicar. Es que el amor pasión, que probablemente
es el más fácil de explicar, que es la atracción que se siente por otra
persona, nada tiene que ver con el amor al prójimo o con el amor de amistad.
Sentimos atracción por personas de edades
mucho mayores o
Mucho
menores que nosotros y de condición social, religión y raza distintas a las
nuestras. Se ama en silencio o se ama explosivamente. Puedes enamorarte de una
persona enferma, discapacitada, con un defecto importante, etc. Etc.
Inevitablemente. Este sentimiento de atracción, es universal. Pero esta forma
de amor, de amor pasión, siempre, siempre, tiene fecha de caducidad; es
perecedera.
Esta forma de amor, puede consolidarse
oficialmente a través de documento suscrito por ambas partes, matrimonio, unión
de hecho o cualquier otra forma que se pueda expresar documentalmente. Pero
también esta unión pasional, puede no estar documentada, puede no estar
inscrita en ningún registro oficial, ni figurar en documento alguno. En
cualquier caso, es una unión tan válida, como otra cualquiera aunque no se
oficialice, sin perjuicio o con independencia del daño que uno causa al otro,
cuando uno de los dos fallece o es víctima de un infortunio. Sin duda, es un
problema de la pareja el no haber solucionado una situación de cobertura legal,
y no digamos nada cuando existen otros derechohabientes, como hijos, por
ejemplo, que convivan con ellos y a sus expensas. Sobre todo, si dichos hijos
son menores de edad o enfermos
Puede suceder que la pasión, la atracción
física acabe, finalice, y si esto ocurre, la pareja se disuelve como tal, o
siguen conviviendo juntos, dependiendo de otras circunstancias. Si la atracción
acaba pronto, la vida se dificulta mucho más. Si la pasión es bastante
duradera, se facilitan las cosas. No obstante, esta forma de amor, se acaba,
porque es un amor efímero. ¿Qué tiene que suceder para que la vida siga de otra
forma? ¿De otro modo?
Pienso yo, que el amor une, y la unión, hace
amor. Ya, ya sé que no es tan fácil de explicar. En ocasiones, se dan
circunstancias en las que las características personales de ambos, los hijos si
existen, los momentos, los problemas familiares y un sinfín de cosas más, unen,
vinculan.
A veces, los problemas económicos, laborales,
sociales o de otra índole, son poco o nada soportables, y la convivencia se va
erosionando poco a poco, hasta que se resquebraja. Y no digamos nada, si en la
vida de uno de los dos, se cruza otra persona por la que se siente atracción
física. Entonces, la vida familiar se hace mucho más difícil, y hay que tomar
una decisión que suele ser dolorosa. ¿Y siempre es dolorosa? Hay veces, que no
lo es. En muchas ocasiones, la ruptura es liberadora. Si uno de los dos está
muy apegado al otro, ese, no se libera; sufrirá un tremendo duelo, que puede
durar hasta su muerte, o puede amortiguarse, o incluso quitarse con un
acontecimiento gratificante. Otro ser, seguramente liberará su sufrimiento o su
pena.
En la vejez, la compañía es muy importante. El
amor pasión ya pasó, pero existen otros estímulos, otros incentivos y otras
querencias. La soledad cuando es impuesta, tiene muy malas consecuencias, tanto
psíquicas, como físicas u orgánicas.
Quiero concluir haciendo algunas observaciones
personalísimas:
El incesto, es una forma de amor como otra
cualquiera. Yo no me acuerdo de haber sido incestuoso, aunque según Freud,
todos lo hemos sido. La caridad, el altruismo, es amor. La abnegación, la generosidad,
es amor. Por último, la compasión, aunque moleste a muchos, también es amor y
del bueno.
No puedo finalizar, aunque sea a vuela pluma,
sin hablar de los celos: El celoso o la celosa, son enfermos psíquicos. Son
celosos, porque su instinto de posesión es tan grande, que siempre están
pensando que van a perder al ser amado. Quieren poseer; quieren absorber; son
chupadores de energía; son auténticos vampiros.
Termino, y ahora sí, afirmando que hay amores
absolutamente imposibles, que por una excesiva diferencia de edad, por ejemplo,
hacen auténticos estragos a quien no puede materializar esa imposibilidad.
Madrid, diciembre del 2017
Autor: Hilario Alonso Sáez-Bravo. Madrid, España.