¡No tengas Miedo, solo abrázame! (Carta de un hijo (a) con Discapacidad Visual a
sus padres convencionales).
¡Hola mamá/papá!, soy tu
nuevo hijo(a). No puedo ver como otros lo hacen, pero te pido que me aceptes
tal cual soy sin pensar en cómo te hubiera gustado que fuera y ¡No tengas
miedo, solo abrázame!
Cuando yo venga a tu
mente, no pienses solo en mi Discapacidad y en lo que no podré hacer, sino
también en todas las capacidades y habilidades que puedo llegar a desarrollar a
lo largo de mi vida, y por favor ¡No tengas miedo, solo abrázame!
A medida que vaya
creciendo, desearé conocer mi entorno mediante mis demás sentidos y para eso
necesitaré tu apoyo; muéstrame olores, sabores, texturas y sonidos al tiempo
que me das una breve explicación sobre ellos. Y si a caso te das cuenta de que
veo un poco, fíjate cuál es la manera en que lo hago mejor para que de esta
forma puedas invitarme a mirar al mundo de acuerdo a mi capacidad de visión y
¡no tengas miedo, solo abrázame!.
Por favor, háblame
mucho… sí, sé lo más descriptivo(a) que puedas, pues de esta forma podré tener
una idea más clara de lo que ocurre a mi alrededor. Ah, y por favor, ¡no te
impacientes! porque llegará una edad en la cual como todo niño tal vez yo te
bombardearé de preguntas, pero esos momentos pueden servir para fortalecer
nuestra comunicación ya que si no sabes dar respuesta a todo lo que te pregunto
podríamos investigarlo juntos. ¡Será divertido! ¿No crees? Y ¡No tengas miedo,
solo abrásame!
Si tengo hermanos, por
favor nunca hagas comparaciones entre nosotros poniéndome como un héroe o como
quien no es capaz de valerse por si mismo, pues todas las personas somos
distintas y tenemos cualidades, defectos, fortalezas y debilidades. De manera
que si realizas este tipo de acciones, sin querer podrías estarnos lastimando a
mí y a mis hermanos; asimismo, no hagas diferencias dándome mayor o menor
atención que a ellos en todos los sentidos, porque tenemos los mismos derechos
y también las mismas obligaciones como hijos. Y recuerda ¡No tengas miedo, solo
abrázame!
Disciplíname y enséñame
a respetar reglas tal como lo harías con un niño sin discapacidad, pues aunque
quizás en ese momento no me agrade lo que me digas, algún día te lo agradeceré;
y sobre todo recuerda ¡No tengas miedo, solo abrázame!
Enséñame valores
espirituales, a sentir amor y respeto por mí y por los demás, así como a ser
una persona segura de mí, y ¡No tengas miedo, solo abrázame!
No decidas por mí ni
trates de resolverme todo en la vida, pues aunque tu intención sea buena, eso
puede hacerme mucho daño en mi adultez; más bien, enséñame a ser independiente,
ya que de esta manera podré ayudarte, enfrentarme a la vida y además no te
preocupará tanto lo que será de mi en el futuro porque dirás con satisfacción
¡él/ella puede! Porque yo le he enseñado y se que Dios estará a su lado. No te
enojes cuando yo quiera realizar las cosas por mí mismo(a) o tomar mis propias
decisiones, por el contrario, alégrate, aconséjame y ¡No tengas miedo, solo abrázame!
Cuando me enseñes a
realizar una tarea, hazlo con mucho amor y paciencia, pues de este modo verás
mejores resultados que si lo haces con angustia y levantando la voz, porque así
únicamente se retrasará mi aprendizaje y me convertiré en una persona llena de
inseguridades, razón por la cual una vez más te digo ¡No tengas miedo, solo
abrázame!
Anímame a estudiar y
apóyame en todo lo que puedas para que lo haga de la manera más igualitaria
posible respecto de las personas convencionales y aliéntame a luchar para
conseguir un trabajo que me permita ser autosuficiente económicamente, así como
a seguirme preparando a lo largo de la vida. Ah, y recuerda ¡No tengas miedo,
solo abrázame!
Enséñame a ser
responsable y a asumir las consecuencias de mis actos como lo harías con un
hijo sin Discapacidad, y si cometo errores en algún momento de mi vida, por
favor no me juzgues tan duramente, pues recuerda que todos tenemos la
posibilidad de tener éxito o de fallar. Antes bien, habla conmigo y oriéntame
para que no lo vuelva a repetir, y ¡No tengas miedo, solo abrázame!
Dunca pienses que al
llegar a mi edad adulta o a al máximo desarrollo de mis potencialidades de
independencia voy a dejar de necesitarte, sino que lo haré de manera diferente,
es decir, tal vez no precisaré de ti para realizar diversas tareas, pero sí de
tu amor, tu consejo y tu compañía en las futuras etapas de mi vida; además,
recuerda que todos necesitamos de todos vivamos o no con una Discapacidad, así
que tranquilo (a), ¡No tengas miedo, solo abrásame!
Es probable que cuando
sea mayor desee enamorarme, tener una pareja, casarme y formar una familia; si
alguna vez aparecen en mí estos sentimientos e inquietudes, por favor no los
reprimas, pues son completamente limpios y naturales en cualquier persona. Así
que ¡No tengas miedo, solo abrázame!
No te enojes si notas
que estoy enamorado(a) de alguien y esa persona al parecer siente lo mismo,
antes bien, interésate en mis sentimientos para que yo te pueda tener
confianza, pues de lo contrario sin quererlo se verá afectada nuestra
comunicación, lo cual resultará muy triste; Yo se que quieres para mí a la
mejor persona, pero ten presente que nadie es perfecto, por eso en vez de mirar
sus defectos, mira si me trata con amor y si soy feliz a su lado, porque el
hecho de tener una pareja no necesariamente implica decepción y sufrimiento.
Por favor, comparte conmigo esta maravillosa etapa y ¡No tengas miedo, solo
abrázame!
Ahora bien, no te
preocupes si establezco una relación de pareja y no resulta como yo esperaba, o
si me enamoro de alguien y no me corresponde, pues eso puede ocurrir hasta en
personas sin Discapacidad; yo entiendo que no te gustaría que saliera lastimado
(a), pero es parte de mi aprendizaje y no todo en la vida es color de rosa. Así
que si esto sucede ¡No tengas miedo, solo abrásame!
En caso de que quisiera
tener una vida en pareja con o sin hijos, o bien vivir solo(a), aconséjame
igual que lo harías con un hijo convencional, y por favor no pienses primero en
lo que por mi Discapacidad no puedo hacer, en lugar de eso, por favor ayúdame a
pensar en estrategias que me puedan facilitar las cosas. Y una vez más recuerda
¡No tengas miedo, solo abrázame!
Por el contrario, si yo
no deseara tener ni pareja ni hijos, no te afanes para que los tenga creyendo
que ellos me cuidarán, pues al adquirir compromisos de este tipo se requiere de
mucho amor y si lo hago únicamente por interés, seré infeliz y haré infelices a
otros; mejor piensa que ya sea con o sin pareja e hijos tanto Dios como mis
capacidades me ayudarán a salir adelante. Por eso te digo ¡No tengas miedo,
solo abrázame!
Por otra parte, quiero
que sepas que el hecho de ser muy independiente en todos los ámbitos no
necesariamente supone un distanciamiento entre nosotros, pues también podemos compartir
como familia esta etapa. Por eso ¡No tengas miedo, solo abrázame!
Tal vez mi futuro te
preocupe más que si no tuviera una Discapacidad, pero toma en cuenta esto: en
la vida todos hemos de pasar por buenos y malos momentos sin importar nuestra
condición, por eso te pido que cuando te imagines que me espera un porvenir
lleno de penurias y maltratos, cambia la historia en tu mente imaginando
también al instante lo contrario, pues las cosas no tienen por qué ser tan
malas siempre. Ten fe y todo saldrá bien. ¡No tengas miedo, solo abrázame!
Mamá/papá, yo se que
todo esto que te pido tal vez no sea nada fácil para ti, pero si lo intentas
tendrás muchas alegrías y vivirás con menos estrés porque yo seré lo más
independiente posible, lo cual te llenará de orgullo; ah, pero si aún y con
esto que te digo sientes no poder hacerlo, busca ayuda de diversas fuentes como
Dios, instituciones especializadas en rehabilitación a Personas con
Discapacidad Visual u otros profesionales, literatura sobre el tema, experiencias
exitosas de padres que tienen hijos con esta Discapacidad, etc. Mientras tanto
no me cansaré de decirte ¡No tengas miedo, solo abrázame!
Autora:
Susana García Navarro. Ciudad Victoria, Tamaulipas,
México.
Licenciada en ciencias de la
educación con opción en ciencias sociales. susymusical@live.com.mx